La sumisión del PSOE a Coalición Canaria

El Partido Socialista Canario se ha sometido una vez más a los dictados de Coalición Canaria, y los que dictan son mayormente los dos “josemigueles” de los insularistas, Barragán y Ruano, que son baluartes del más profundo chicharrerismo. El PSC/PSOE ha tenido que tragar las traiciones al pacto de estabilidad que le ha hecho Coalición Canaria, y escuecen mayormente la del Ayuntamiento de Santa Cruz, y la del Puerto de la Cruz, en donde el PSOE ha sido ninguneado al modo sin decir esta boca es mía y agachando la cabeza, que Hernández Spínola quiere un cargo en el Gobierno de Fernando Clavijo, y dos autos. No les voy a relatar de nuevo la escabechina que hizo Spínola en el socialismo tinerfeño, cuando después de traicionar a Juan Fernando López Aguilar y a Santiago Pérez García, laminó a otros dos “molestos”, Ignacio Viciana y José Manuel Corrales, líderes insular y local de Santa Cruz respectivamente, y toda esta “purga” con el apoyo de Julio Cruz, Julio Pérez, José Miguel Rodríguez Fraga, Manuel Fumero, y otros que se prestaron primero a desplazar a JFLA y Santiago Pérez, para continuar con la operación “bastón de CC”, en que se ha convertido el PSC/PSOE.

Pero ahora vayamos a la actualidad candente, que estaba en La Laguna, y que después de la traición insularista en Santa Cruz se ha convertido en otro grave escarnio para los socialistas que ahora va a dirigir Patricia Hernández, especialista en acarreo de votos. Me decía un amigo lagunero del PSC/PSOE, admirador de Javier Abreu, de esos que si les dices que es chicharrero te responde de entrada: “¡coño, soy lagunero, no chicharrero!”, que los socialistas en Tenerife están dominados por el sanedrín de Santa Cruz que domina mayormente Antonio Plasencia a Ignacio González (padre, hijo y espíritu santo), y que son muy comprensivos con las barbaridades cometidas por Miguel Zerolo en Las Teresitas, mamotreto incluido, y con los negocios nocturnos del Parque Marítimo, amén de otras bagatelas como la ordenación del PGOU de Santa Cruz.

Mi buen amigo lagunero, sigue considerándose del “mau/mau” como su abuelo y su padre que eran también del PSOE y amigos de mi padre, y el “mau/mau” era el apelativo simpático de los forofos de la Unión Deportiva Tenerife de La Laguna, rival en el siglo pasado del Club Deportivo Tenerife, que decían “si un chicharrero sube por La Cuesta, los del mau/mau nos lo comemos”, y me cuenta el amigacho que Javier Abreu es una gran persona, disciplinado en su militancia, pero no es tonto ni bobo, y eso de que “hay más días que lentejas” de entrada es un claro aviso a ver cómo va a llevar el ayuntamiento José Alberto Díaz, de CC, teniendo enfrente a 15 concejales que de repente no le van a dejar tomarse un cortado ni en el Nivaria ni en el Aguere, y mucho menos comerse un cherne encebollado en Casa Maquila, “y espérate a los resultados de las generales a final de año, que hasta el final hay señas. A mí me parece que en el Ayuntamiento de La Laguna hay una bomba de relojería que ahora mismo sólo sabe Abreu que hora le puso para su explosión”.

Javier Abreu está más rascado que un piojo por no haber podido ser alcalde con el apoyo de Rubens Ascanio, de Unid@s Se Puede, y de Santiago Pérez, de XTF/Nueva Canarias, en un gobierno municipal progresista, que es lo que le hubiese gustado, y me vuelve a chismar mi amigo lagunero “que se agarren Hernández Spínola y Patricia Hernández en el primer renuncio que les coja Abreu, a ellos o Coalición Canaria, y principalmente a José Alberto Díaz, al que no traga ni con un vaso de agua”. Un gobierno progresista era lo que estaba demandando la sociedad lagunera después de veinte y pico años de mandato de CC, y ahora mismo se ha quedado en pacto en minoría desdibujado y desunido. La subsumisión del PSC/PSOE dentro de la ATI chicharrera es ya una cosa evidente, y si hasta ahora José Miguel Pérez marcaba un tanto el territorio socialista, con Patricia Hernández no va a existir ni un palmo de terreno plantados con rosas, todo con plataneras de la profunda Orotava. El entreguismo de los socialistas tinerfeños es de tal calibre que tras las declaraciones rotundamente negativas de José Miguel Ruano a la proposición de Partido Popular, Podemos y Nueva Canarias que se estudie una nueva ley electoral canaria, Hernández Spínola, Julio Cruz y compañía lo que han hecho es mirar para el otro lado. Cometen otro grave error porque este asunto/trasunto ya está calando en la sociedad canaria, y las últimas manifestaciones han sido significativas, y además tenemos la certeza que Noemi Santana, de Podemos, y Román Rodríguez, de Nueva Canarias, van a ser la vanguardia, los estiletes que van a reivindicar permanentemente en el Parlamento de Teobaldo Power una ley electoral canaria justa y realmente equilibrada. Esto son lentejas, o te las comes o las dejas.