“Muy bien Diego”, dicen que dijo Antonio Ojeda. No se refería a una jugada de Diego Armando Maradona, que muy bien hubiera valido la pena a cambio de un par de cachetones, sino a un jugador de la liga infantil de fútbol, concretamente del equipo Estrella Roja, de Santa Brígida, villa de la que Ojeda es primer teniente de alcalde y de la que fue primer regidor no hace mucho. Ojeda estaba este domingo en las gradas del campo de fútbol del barrio de Las Torres, en Las Palmas de Gran Canaria, acompañando a uno de sus hijos. Pero tuvo la poca fortuna de ponerse cerca de una señora muy seguidora del equipo infantil anfitrión, que le recriminó que alentara a un jugador que, unos minutos antes, había protagonizado un lance poco deportivo. De nada le sirvió a Ojeda indicar a la señora que no quería discutir con ella porque, inmediato, apareció en escena un señor con la mitad de cuerpo que la dama, que trató de agredir al concejal satauteño. Ojeda, que tiene cuerpo de puntal, le aflojó tal moquetazo que hizo rodar al agerrido esposo de la doña gradas abajo. Pero no acabó ahí la trifulca.