No pinta bien el futuro electoral del dúo formado por Paulino Rivero y José Manuel Soria, tanto juntos o por separado. La tendencia no es buena y desde hace mucho tiempo se han conjurado para estar bien armados cuando el ciclo político cambie y les toque estar en mejor posición. Soria, que desde que empezó en política en 1995 tiene una obsesión enfermiza por los medios de comunicación, ha contagiado a Rivero y entre ambos han llegado a la conclusión de que hay que controlarlos. Y el decreto de subvenciones al papel se ha quedado anticuado. O mejor dicho, hay que conjugar papel con medios audiovisuales e internet. Y controlar más y mejor, por donde más duele.