Continúa en su punto de ebullición previo a septiembre y el comienzo del curso escolar el escándalo de El Varadero, el Plan Parcial más polémico de la temporada con epicentro en El Rosario, Tenerife. Su alcalde, el socialista Macario Benítez, sorprendido in puris naturalibus, se defiende como puede achicando espacios, que diría Valdano. Y cuando Macario achica espacios mete a continuación el balón en profundidad en la dirección de la Consejería de Medio Ambiente, y más en concreto hacia el extremo zurdo Rafael Castellano, de vacaciones en Alemania pero al corriente de todo lo que se cuece. Alguien en esa consejería, de la que Castellano es director general, pidió al alcalde que mandara un fax reclamando que se retirara del orden del día de la COTMAC la aprobación del polémico Plan Parcial de El Varadero, una prueba de cargo que viene a demostrar que alguien quería meter un gol con la mano.