Tras esa sucesión de desplantes a Gran Tarajal, a la presidenta del PP majorero no se le ocurrió cosa mejor que buscar la reconciliación con los ciudadanos sureños contratando para el Patronato de Turismo como asesora a Inés Conchuela, casualmente elegida poco antes como presidenta del comité local del PP de Tuineje. Un esfuerzo que contrasta con la irremediable pérdida de representación pepera en ese municipio tras la marcha del partido de los tres concejales que obtuvo en las elecciones de 2007. Hablando de pérdidas: hace dos semanas también se marchó del PP la última concejala que le quedaba en Betancuria, Sonsoles Melo, que ha acusado a la dirección insular del partido, o sea, Aguedita, de centralista y de ir en contra de los intereses del municipio. Ahora mismo, al PP sólo le quedan cuatro consejeros en el Cabildo (ella y tres más), un concejal en Antigua (José Luis Cerdeña, el pastor experto en bragas meadas) y dos concejales y medio en Puerto del Rosario (Carlos Figueroa, el que fuera secretario general de las Juventudes Socialistas y luego mano derecha del Marqués; Roberto Marbán, por todos conocidos por su relación empresarial con el Patronato de Turismo; y Peña Armas, ex parlamentaria que aspira a subsistir hasta mayo con un patita en el PP de Águeda y la otra en el PP del Marqués). El resto de la isla, queda como sigue: Pájara, todos los concejales del PP abandonaron el grupo; Tuineje, todos los concejales del PP abandonaron el grupo; Betancuria, todos los concejales del PP abandonaron el grupo; Puerto, un concejal del PP abandonó el grupo; y La Oliva, todos los concejales del PP abandonaron el grupo. No está mal para afrontar mayo, ¿verdad?