Bravo de Laguna y el mambo, binomio de temporada. El presidente del Cabildo de Gran Canaria no quiere que la crisis le detenga ni trunque sus sabrosones planes de gastárselo todo en fastos y flashes que le permitan recuperar el protagonismo que un día tuvo y un tal Soria le arrebató. No para la pata quieto y a su última expedición a Manchester a donde fue para fotografiarse con David Silva, unan el desembarco fiestero que prepara para la Bolsa Internacional de Turismo (ITB) de Berlín. Avisado de que el Gobierno de Canarias, en aplicación de las normas estrictas de austeridad, había decidido suspender el tradicional encuentro canario con el sector y los irreductibles colgaderas, rápidamente ha dado instrucciones para que sea el Patronato de Turismo de Gran Canaria quien lo realice y lo capitalice. La fiesta estaba prevista para el próximo 7 de marzo en el KaDeWe de Berlín, pero el Gobierno, tras consultar con las patronales turísticas isleñas y con los patronatos de Turismo de los cabildos, decidió cancelar la cita y ahorrarse esos dineritos, que se aplicarán en otras acciones más rentables. Bravo ha dado instrucciones para que Gran Canaria, a la chita callando, rellene ese hueco, el mismo día, a la misma hora y en el mismo lugar. Veremos cuánto nos va a costar esta nueva ocurrencia bravista.