El Partido Socialista Canario se puede dar con un canto en los dientes. Tras el XXXVI Congreso Federal del PSOE, clausurado este domingo, Zapatero ha colocado en su Ejecutiva a dos canarios, Juan Fernando López Aguilar y Pedro Zerolo. Pero nada más lejos de la realidad endosar esos nombramientos a las gestiones y al peso de la delegación canaria, y sí casi en exclusiva a la valía y buen hacer de los dos políticos. Juan Carlos Alemán pidió el sábado a Zapatero que mantuviera a toda costa a López Aguilar en la Ejecutiva, pero el secretario general canario sabía perfectamente que era una pretensión que no dependía de ese deseo. Zapatero trataba de hacer una Ejecutiva con los barones justitos y sólo con un ministro, Caldera. Si ponía a Juan Fernando López Aguilar, los catalanes y, en menor medida, los vascos, exigirían otras cosas. O dicho a la inversa: el ministro de Justicia tendría acomodo en la Ejecutiva si ZP se veía forzado a cambiar su criterio y abrir la mano a una dirección de amplio respaldo en la que, sin duda, daría cabida a su amigo el canario.