Mari Mar Julios visitó las obras del hospital que en Meloneras construye la clínica San Roque, ganadora del concurso convocado por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y que tantos disgustos costó al pacto entre el PP y Coalición Canaria, a punto de fenecer (el pacto y Coalición Canaria, se entiende). Mario Rodríguez, presidente de San Roque y de la patronal canariona, se las viene prometiendo muy felices con el necesario concierto sanitario que le tiene que otorgar el Gobierno para que la clínica sea rentable, que con las tiritas y los optalidones para los turistas aquello no se amortizaría en la vida. Se lo tenían prometido hasta que apareció por allí Pedro Luis Cobiella, que ya construye su centro en el vecino municipio de Mogán. Por eso es llamativa la presencia de Mari Mar Julios en las obras de un complejo privado al que todavía no le ha garantizado con exactitud el apoyo institucional. ¿O ya ha hecho el señor Rodríguez los méritos suficientes para que le levanten el veto?