Trajo cola hasta este lunes el incidente protocolario producido el sábado entre la vicepresidenta Mari Mar Julios y el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar. Entre los tiras y afloja y las distintas interpretaciones, tenemos que afirmar que nuestra lectura de los hechos es la que finalmente ha salido fortalecida: los organizadores habían invitado al ministro a clausurar las jornadas y a presidir ese acto de clausura. Fue el Gobierno de Canarias quien en el último momento decidió enviar a la vicepresidenta y lo hizo al saber que acudiría el ministro. Lo deja bien claro el comunicado de Asescan, la asociación organizadora del acto, que se desdice de la precipitada versión de su vicepresidente, Jaime Cabrera, que intentó congraciarse con el Gobierno autónomo y dejar en cueros a su presidente, Gabriel Navarro. Éste se vio obligado a amagar con su dimisión este lunes porque fue él quien invitó al ministro y a la subdelegada del Gobierno, como dijimos ayer. Finalmente, Asescan rectificó y envió un comunicado a la prensa donde se dice textualmente que “la presidencia del acto por parte del ministro de Justicia se ajusta a la invitación que fue cursada debidamente por la organización de dicho encuentro, por lo que agradecemos su asistencia, así como la representación del Gobierno de Canarias en la persona del consejero de Educación, Cultura y Deportes, y a los restantes miembros de la mesa”. Y a escupir a la calle.