Es una lástima, una verdadera lástima, que las esperanzas depositadas en la nueva directora de Televisión Española en Canarias, Ángela Navarro, se hayan visto defraudadas tan pronto. En el PSC no saben qué hacer: pedir su destitución a Carmen Cafarell es tanto como reconocer que la política informativa de los socialistas canarios a la hora de elegir a personas cualificadas es un auténtico disparate, y mantenerla es estar siempre con el alma en vilo, y encima comprobando cómo los informativos y la mayoría de los programas parecen estar hechos a mayor gloria del Partido Popular, que sigue ganando a los socialistas en presencia e influencia, por mucho que Roberto Moreno y José Miguel Pérez, dos grandes decepciones, se pongan como se pongan.