Ustedes perdonen que nos pongamos majaderos, pero en la desembocadura del Guiniguada, operación estrella de la alcaldesa Luzardo donde las haya (operaciones estrella, decimos), hay tomate del bueno. Debemos insistir e insistimos en que la adjudicación de la segunda fase de la obra de ese futuro parque del Guiniguada a la UTE formada por Fomento de Construcciones y Contratas y Hermanos Santana Cazorla ha tenido lo que nosotros llamamos “poca transparencia”. Y no es porque bajen turbias las aguas del barranco, sino porque hemos visto el pliego y es para echarse a correr al ponerlo en relación con lo ocurrido. En ninguno de sus folios se admite que una UTE adjudicataria pueda incorporar “variantes” a las variantes propuestas, como ha hecho esta chiripitifláutica adjudicataria. Mientras que cada concursante ha tenido que pujar por cada variante de las previstas en el pliego del concurso, los Chiripitifláuticos han desdoblado cada variante con algo críptico que viene a decir así: “variante tal con desvios provisionales”. Total que hemos preguntado y nadie sabe qué es o qué son esos desvíos provisionales. Y como estamos seguros de que no lo va a aclarar la alcaldesa ni ninguno de sus pusilánimes concejales, nos atrevemos a pedir a la oposición que medie para informar a los ciudadanos. Y que con lo que obtenga, que vaya al Notario, no sea que en el futuro haya que ejecutar la obra con desvios provisionales de los ruines. ¿Algún otro bingo?