Efectivamente, el PP jamás podrá presumir de haberse opuesto a la subida de impuestos aprobada este viernes en el pleno municipal con los votos del PSOE y de Compromiso (muy bueno lo tuyo, Nardy). Porque es en ese foro y no en las ruedas de prensa donde los partidos políticos toman las decisiones que afectan a los ciudadanos. Pero, insistimos, haberse quedado allí a votar hubiera significado debatir, y hacerlo equivaldría a suspender la subida de impuestos a cambio de que el Gobierno de Canarias libere la partida de 46 millones de euros correspondiente a la capital grancanaria en concepto de Ley de Capitalidad. Y equivaldría, por último, a explicar a los concejales del PP que el expediente que reclamaban para aplazar el pleno hasta el lunes, se forma con una interminable sucesión de facturas impagadas que ese partido dejó escondidas en ignotos cajones desde la etapa en que el consejero de Hacienda de Canarias (el que se niega a pagar los 46 kilos) fue máximo regidor municipal. Y Pepa, a continuación.