Ha traído mucha cola la nota de prensa emitida el pasado viernes por el Tribunal Superior de Justicia restringiendo considerablemente los movimientos de los reporteros gráficos durante esta semana en el Palacio de Justicia de Las Palmas. Ya saben que esas medidas responden al deseo de los mandamases judiciales de no resultar incordiados por molestos flashes y aparatosos trípodes durante los dos días en que serán llamadas a declarar por el Consejo General del Poder Judicial las personas que algo tienen que decir en torno al expediente abierto al presidente de la Audiencia, José Antonio Martín Martín. Él mismo declarará el miércoles, aunque no evitará que la prensa le retrate desde todos los ángulos. La cosa da un tufo a plante que echa para atrás, sin que se sepa a ciencia cierta si los sufridos cronistas de tribunales han salido ganando desde que el CGPJ nombró jefe de prensa o si con Franco vivíamos mejor.