María Isabel Déniz se convirtió este viernes en la primera detenida de la operación Unión que logra que la Audiencia Provincial de Las Palmas revoque su prisión provisional. Desconocemos los fundamentos empleados por este órgano jurisdiccional, que ha obligado al juez instructor y al fiscal que investigan esta trama de corrupción, calificada por la Guardia Civil como la más importante de cuantas han pululado en la vida en la isla de Lanzarote, a tragarse un sapo cancionero muy al estilo de los que canta María Dolores Pradera. ¿Desmoralizados? No creemos, porque va en el sueldo recibir este tipo de reveses, pero los imaginamos cuanto menos estupefactos. A María Isabel Déniz se le ha descubierto un patrimonio posiblemente desmesurado en comparación a sus ingresos como profesora de secundaria y/o asesora de la Academia Canaria de Seguridad, dependiente de la consejería donde su hermana Carolina ejerce como viceconsejera de Justicia. Otro patrimonio destacable, sin lugar a dudas, que no es precisamente al que se refirió el esposo de la imputada cuando este viernes emitió un comunicado que se podía haber ahorrado para no profundizar más en el ridículo público.