Mauricio dijo a Bañolas que lo que se lleva ahora en el entorno es que engorde (con perdón) una empresa de Tenerife, perteneciente al grupo Jesusmán, de modo que si aparece algún otro promotor se quede con dos palmos de narices. Bañolas, que es un cacho de pan, hizo caso al camarada, pero los promotores preferidos se han encontrado con la sorpresa de que los propietarios del suelo ya tenían apalabrada la operación con Félix Santiago, un empresario que no debe estar de moda en el entorno mauriciano, por lo que estamos viendo. Es empresario desafecto al régimen, posiblemente por su amistad, reconocida y ensolerada, con Demetrio Suárez, ex alcalde socialista de Gáldar, y por enfrentarse al poder impuesto en la Confederación de Empresarios desde el entorno del camarada, de Soria y de los suyos. Así que entre que los propietarios no venden y el alcalde que se empeña, se bloquea la operación guiense, como les decíamos.