Tanía razón Soria cuando decía que la corrupción iba a hacer más fuerte a su partido. Le desdijimos entonces y hoy reconocemos nuestro error: los ciudadanos de Mogán y un buen puñado de ciudadanos de Telde han premiado a los presuntos corruptos del Partido Popular, y sin embargo, han castigado a su carismático líder. En Mogán, Paquirrín González, sujeto a una investigación judicial por seis delitos relacionados con la corrupción, revalidó su mayoría y no habrá quien lo aguante, al menos hasta que se levante el secreto de las actuaciones y sepamos todos hasta dónde llegaron sus presuntas cochinadas. Las suyas y las de Onalia Bueno, que al final decidió sumarse al equipo de su Paquirrín y allanarle el camino hacia la victoria. En Telde, el amplio suelo electoral del PP le permite caer sólo en dos concejales, y liderará el grupo municipal el actual alcalde, que llegó a donde llegó después de que la Policía detuviera a todos sus compañeros de Corporación y él entrara de modo imprevisto. Como dice el tango Cambalache, da lo mismo que seas cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón.