En diciembre cumplirá sus primeros 80 años de vida, pero a Lorenzo Olarte no lo tumba ni la diabetes que padece, que lo obliga a varios chutes diarios de insulina y a una dieta que se salta con travieso descaro. Después de muchos intentos que empezaron por el Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que contribuyó notablemente a crear, por fin ha conseguido que aprovechen de él su caudal de experiencia y su vitalidad. Y lo han colocado al frente de la Institución Ferial de Canarias (Infecar), concretamente en el puesto que dejó vacante en junio de 2011 el socialista Augusto Brito. Con un sueldo que él dice que no se corresponde a las funciones que desempeña, sin boato y sin coche oficial, Olarte parece en su salsa porque en los últimos años se ha especializado en las relaciones internacionales, particularmente con China. Así que, como primera medida, se ha propuesto traerse a Gran Canaria una feria de la China para que los potenciales inversores orientales en África utilicen Canarias como plataforma y no Marruecos o cualquier otro país en principio más propenso a entablar esas relaciones. Este próximo mes de septiembre girará visita a Pekín y a otras ciudades chinas para lograr ese propósito, empeñado en que, además de las relaciones comerciales, las ferias que se celebren en Infecar recuperen la espectacularidad de antaño, cuando toda África se trasladaba hasta el recinto de Escaleritas.