Ignorábamos hasta la fecha que el hospital Nuestra Señora de la Candelaria gestionara directamente algunos servicios y provisiones que en la mayoría de los centros sanitarios están más que externalizados. Nos referimos, en concreto, al suministro de papas peladas, sí, repetimos, papas peladas, que en cantidad equivalente a 208.968 euros ha intentado sin éxito contratar ese hospital por el procedimiento ordinario y abierto. Un concurso cargado de vicisitudes que arrancó en enero pasado y que acaba de ser declarado desierto, según aparece en la web gubernamental con fecha 22 de junio. Suponemos que, mientras se vuelve a convocar y a fallar, el suministrador de papas peladas tendrá una ampliación de su contrato, porque no vemos a las cocinas del centro usando un sustitutivo de género tan socorrido en la dieta isleña.