Los motivos del nerviosismo del alcalde de Santa Brígida quizás haya que buscarlos en el empresario satauteño Juan Manuel Ruano Torres, que se ha convertido en una auténtica mosca cojonera para el Niño Bravo, al que persigue por el pueblo, por las fiestas de los barrios y por las emisoras de radio. Se trata de un empresario que colaboró estrechamente en la campaña electoral que aupó a Bravo de Laguna a la alcaldía en 2007. Entonces, Ruano Torres mantenía una relación sentimental con una de las integrantes de la lista del PP, y el amor le llevó a entregarse en cuerpo y alma a la campaña, en la que invirtió varias decenas de miles de euros, además de su esfuerzo personal y alguna impresora para hacer panfletos. Pero Ruano Torres ya no es novio de la concejala del PP y desde hace mucho tiempo viene reclamando del Niño Bravo que le devuelva lo que invirtió en él, a lo que el alcalde se ha negado de momento. En su estrategia de acoso, el empresario hizo que minutos antes del pleno llegaran por correo certificado y urgente a todos los concejales de Santa Brígida unos documentos suyos en los que ha elevado considerablemente el tono y las acusaciones contra el alcalde.