No podemos estar seguros de que Pepa Luzardo vuelva a ser alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, o senadora del Reino. O cualquier otra cosa donde su partido la pueda colocar. De lo que sí podemos estar seguros es de que, a partir de este momento, nadie se fiará de ella para confiarle un chisme, una información sensible, bien de forma oral o en soporte audiovisual. Este lunes, ante el juez titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, Pepa delató a la persona que grabó el 15 de julio pasado al gerente de Guaguas Municipales, Sebastián Sansó, mientras éste almorzaba con un grupo de personas en el restaurante La Casita, de la capital grancanaria. Con aquella grabación, realizada con un teléfono móvil, la ex alcaldesa montó en agosto una rueda de prensa y acusó a Sansó de estar trajinando asuntos relacionados con el fallido concurso de privatización de la empresa municipal de transporte urbano. Sansó se querelló y la actual portavoz del PP ha sido imputada para que se defienda de los presuntos delitos de injurias y calumnias.