¿Austeridad? Más bien una insolente tomadura de pelo. El vicepresidente del Gobierno de Canarias, José Manuel Soria, acaba de sacar a concurso público la contratación de un servicio para “prestar apoyo técnico al Gabinete de Prensa de la Consejería de Economía y Hacienda”, de la que también es titular, por el módico precio de 145.714,29 euros. Para que se vayan haciendo una idea, se trata de repetir con el dinero del Gobierno lo que ya hizo los últimos años de su mandato, respectivamente, en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y en el Cabildo de Gran Canaria: pagar con dinero público su campaña personal de imagen para jugar con ventaja de cara a las elecciones de 2011. Observen, atendiendo al pliego del concurso, qué poco sutil ha sido esta vez, quizás porque ésta es la parte de la patita que puede enseñar, que la otra ya está convenientemente metida y distribuida entre las numerosas empresas públicas que controla su consejería y que, por mucho que diga, no tocará jamás.