El informe de Luis del Río da por zanjado definitivamente el caso Salmón. El Fiscal Anticorrupción tira la toalla, quizás ante la convicción de que hay cosas que no pueden ser y además son imposibles. No estamos en su pensamiento, pero si coincide con el de la inmensa mayoría del común, será de los que opinan que sigue habiendo personajes intocables en la sociedad canaria. Y Soria es uno de ellos. Pero ese convencimiento no parece haber privado a Luis del Río del derecho a manifestar lo que piensa y a manifestarlo jurídicamente en un informe al TSJC. Para el Ministerio Público, Soria cometió cohecho aceptando el viaje del salmón en compañía de su esposa, de uno de sus hijos y del matrimonio Lyng, al tiempo que tramitaba en el Cabildo grancanario y votaba luego favorablemente en el Parlamento, un conjunto de camas turísticas en una urbanización propiedad del dueño del avión que les condujo a la pesca del salmón. Son los mismos hechos que la magistrada Margarita Varona ha dado por probados en su auto de archivo, sólo que a diferencia de la instructora, el fiscal los considera delictivos.