Nos llegan este jueves noticias confirmadas de dos proyectos muy singulares para Gran Canaria, uno referido a la instalación de un teleférico que enlazaría el casco de Tejeda con los alrededores del Roque Nublo, y el otro, un complejo deportivo de gran tamaño a ubicar en el barranco de Arguineguín, en el límite entre los municipios de San Bartolomé de Tirajana y de Mogán. Del primero les hablaremos más adelante porque será motivo de mucha controversia, pero tiene padres, madres, apellidos, intencionalidad y bastante transparencia. El segundo, el del macro-proyecto del barranco de Arguineguín, se presenta justamente bajo el manto de la opacidad y del doble lenguaje. Está patrocinado por grupos vinculados a la Iglesia de la Cienciología, aunque se presenta en Gran Canaria con un socio local, Rafael Bello del Castillo, el famoso empresario que acompañaba a José Manuel Soria y a Carlos Sánchez en las grabaciones clandestinas efectuadas al ingeniero Francisco Benítez Cambreleng, lo que dimos en llamar en su momento el Soriagate. Les contamos, porque la cosa no tiene desperdicio.