El toro manso de Brozas, Cáceres, tradición pagana prohibida por la Inquisición, vuelve
Hace casi 300 años, en 1753, Inquisición y Real Consejo de Castilla prohibían la celebración del Toro de Brozas de San Marcos, una tradición de origen pagano según la cual una res brava procedente de la dehesa se volvía prodigiosamente mansa al entrar en el pueblo, se le colgaban guirnaldas, y arrancaban pelos como amuletos contra el mal de ojo.
Hace seis años, en 2018, una serie de brocenses y asociaciones rescataron el rito y fiesta, que de nuevo se volverá a celebrar este sábado 27 desde las once de la mañana; una tradición que llevó incluso a que, para tratar de erradicarla, San Marcos dejara de ser el patrón local.
La recuperación del Toro de San Marcos, explica el dinamizador turístico Isidro García, se basa en la representación teatral y la recreación histórica de los hechos más importantes que tenían lugar en Brozas en torno a la figura de un toro bravo que, venido desde una de las dehesas del término, se volvía manso y recorría calles y plazas en medio de una multitud de espectadores que llegados incluso más allá de la frontera portuguesa, le colocaban guirnaldas de flores en el cuello, roscas de pan en los cuernos y se acercaban para arrancarles pelos del lomo con el que fabricar escapularios contra “el mal de ojo”.
Debido a su carácter “pagano”, la Inquisición prohibió la fiesta en el año 1753, desapareciendo progresivamente de la memoria colectiva de los broceños. Por este motivo, en 2018, diversos colectivos locales (grupo de teatro Mojiganga, asociación amigos del caballo, grupo folclórico Jumadiel, Cofradía San Antón, Asociación defensa del Patrimonio de Brozas) coordinados por el Ayuntamiento de Brozas pusieron en marcha este proyecto con el fin de recuperar la fiesta y convertirla en un evento turístico que sumar al extraordinario patrimonio natural y cultural existente en la villa.
En la edición de 2024, los actos comenzarán a las 10 de la mañana con reparto de migas en la Plaza de Ovando. A las 11 en la Plaza Príncipe de Asturias se iniciará la recreación con la concentración de la comitiva: cofrades a caballo, el gobernador y el alcalde mayor de la villa, los sacerdotes con sus mejores galas y un ciego con su lazarillo que iniciará un romance contando a los espectadores el origen de la fiesta del Toro de San Marcos. Al finalizar esta primera escena, el grupo folclórico Jumadiel realizará un baile tradicional extremeño.
Después del baile, la comitiva se trasladará a la puerta principal del templo de Santa María para esperar al Toro de San Marcos que, se pondrá al frente de la procesión para recorrer toda la Calle Derecha y situarse en la explanada de la ermita de San Juan, donde se desarrollará la segunda escena de la teatralización.
La procesión seguirá por la Cañada Real de Merinas, pasando por las ermitas de la Soledad y del Buen Jesús hasta llegar a la puerta de la iglesia del antiguo Convento de la Luz, donde los “frailes franciscanos” recibirán al toro y a la procesión hacia el interior del templo, en el que el grupo Jumadiel realizará un nuevo baile tradicional.
Saliendo del convento, la procesión se dirigirá hasta la explanada de San Antón y desde ahí, el toro, los caballos y la procesión se encaminarán por las calles Arrabalejo y Monjas hasta el final de la calle Lizaur, donde se desarrollará el último acto de la fiesta, cuando el toro abandona la comitiva para volver a sus dehesas y se repartirá entre los asistentes rosquillas de vino y ponche.
A partir de ese momento, la fiesta continuará en la carpa municipal instalada en la Avenida Gabriel y Galán donde se repartirá un menú compuesto de patatas con carne entre todos los asistentes (con un precio de 3 € por persona) y se celebrará una verbena para amenizar la tarde de primavera.
En total más de 150 participantes, entre actores, figurantes y jinetes ponen en pie una fiesta singular y única en Extremadura, que aspiramos a ser consolidada para su declaración a medio plazo como Fiesta de Interés Turístico Regional.
0