Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La trama rusa no descansa en verano: el juez Aguirre insiste en investigar lo ya archivado
No hay manera de que el PP acierte en un pronóstico, por Íñigo Sáenz de Ugarte
OPINIÓN | 'Récord de empleo, récord de necedad', por Rosa María Artal
Sobre este blog

Ciencia Crítica pretende ser una plataforma para revisar y analizar la Ciencia, su propio funcionamiento, las circunstancias que la hacen posible, la interfaz con la sociedad y los temas históricos o actuales que le plantean desafíos. Escribimos aquí Fernando Valladares, Raquel Pérez Gómez, Joaquín Hortal, Adrián Escudero, Miguel Ángel Rodríguez-Gironés, Luis Santamaría, Silvia Pérez Espona, Ana Campos y Astrid Wagner.

La ecoansiedad en el país con tiempo para los dobladillos

Carolina Belenguer Hurtado / Fernando Valladares

0

Sobre este blog

Ciencia Crítica pretende ser una plataforma para revisar y analizar la Ciencia, su propio funcionamiento, las circunstancias que la hacen posible, la interfaz con la sociedad y los temas históricos o actuales que le plantean desafíos. Escribimos aquí Fernando Valladares, Raquel Pérez Gómez, Joaquín Hortal, Adrián Escudero, Miguel Ángel Rodríguez-Gironés, Luis Santamaría, Silvia Pérez Espona, Ana Campos y Astrid Wagner.

Alicia en el país de las Maravillas reúne muchos personajes excéntricos, pero quizá ninguno con el que identificarnos más que con el Conejo Blanco. Siempre pendiente del minuto en el que vive y siempre llegando tarde al minuto siguiente. Siempre apresurado, angustiado y molesto por la falta de tiempo. Hay muchos ensayos acerca del tiempo, sobre lo que es o no es, sobre cómo se mide, sobre cómo lo invertimos, pasamos o perdemos, si lo conciliamos, dedicamos, respetamos o nos lo tomamos. Cada año, al finalizar, se intercambian deseos de buena fortuna y entre aquellos que triunfan destacan los que desean más tiempo de recreo con las personas que se ama, ya que se vive en la insatisfacción permanente por las tareas y atenciones a las que nunca se llega debido al modelo económico que obliga a trabajar más y más para acumular bienes, que no bienestar, y pagar más y más servicios, prestaciones y ayudas. Nuestro reloj biológico se desajusta debido a hábitos alimentarios erróneos y horarios de sueño incorrectos impulsados por un modo de vida urgente. A medida que el mundo moderno nos desincroniza con nuestros ritmos naturales, caemos en la trampa de enfermedades graves como la obesidad, la hipertensión, la hiperlipidemia, la diabetes, el cáncer, y un largo etcétera. La falta de tiempo para reflexionar sobre las propias condiciones de vida no solo nos enferma individualmente sino también a escala social, amplificando las desigualdades. 

Utilizamos la palabra tiempo también para referirnos a las condiciones meteorológicas. Y las convergencias no solo conciernen a la palabra y su polisemia sino que sus consecuencias empiezan a converger: las disrupciones climáticas nos enferman y generan desigualdades. La falta de tiempo para reflexionar sobre el nuevo clima no nos deja ver los impactos que tiene sobre nuestra propia vida.

La ecoansiedad entendida como la respuesta al estrés que surge cuando se deben encarar todas las circunstancias de las crisis eco sociales, (las noticias de las sequias o incendios forestales, las advertencias sobre la pérdida de biodiversidad o la contaminación de los mares), causa desequilibrios tanto emocionales como fisiológicos. Pensar en que un día pueden desaparecer las abejas o las playas, que el petróleo se acabará, que el negocio del turismo cambiará, qué los precios de los alimentos subirán y tantas otras cosas cambiarán rápida y profundamente, no deja a nadie indiferente. Si el futuro que la ciencia dibuja es este, sería muy peligroso que se desoigan las alertas y que se siga escondiendo la basura en los océanos o en los países del Sur global.