A la espera de lo que dé de sí el siempre excitante debate del estado de la nacionalidad, del que saldremos con la nota puesta por Adán Martín de cuan felices somos, las armas se pondrán en vela cara al consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Será, DM, sobre el 15 de abril, fecha para la cuál se prevé la nada airosa salida de Arnáiz del cargo de presidente portuario. De aquí a allá seguirá dedicándose a inflar los números del organismo y a augurar que, al paso que va, el de La Luz se convertirá pronto el puerto más importante del mundo. Será, por si no lo han captado, el consejo de la quiebra de la Gran Marina tal y como la concibió y amamantó el trío del istmo (Pepe, Pepa y el otro Pepe) y el nacimiento del frente marítimo como siempre debió ser. Y será el consejo en que el Partido Popular y Coalición Canaria escenifiquen su ruptura ya tantas veces anunciada.