Todos a una, como en Fuenteovejuna. La dirigencia y la militancia socialista en la isla de El Hierro no parece dispuesta a dar un paso atrás en su decisión de romper con la disciplina del partido y retirar la moción de censura que por sorpresa presentó este martes en el Cabildo insular. Su secretario general, Alpidio Armas, se mantiene firme aún temiendo que la dirección federal no vaya de farol cuando le anuncia que habrá expedientes de expulsión, “aunque tengamos que empezar a montar el partido desde cero”, que vino a ser la frase textual que escuchó este miércoles por teléfono. “Ahora nos toca colocar a los nuestros, y yo no puedo parar esto”, ha alegado en su defensa el líder local. En el PSC dan por hecho que así será, que las viejas y fatigadas estructuras del partido con sus miserias y sus grandezas hay que removerlas en algunas islas y ningún momento parece mejor que aquel que provocan los ansiosos indisciplinados. Alpidio Armas ha rechazado todo, incluidos los más variados ofrecimientos de una salida airosa a una situación tan delicada. Se siente respaldado por toda la militancia herreña, entre la que se encuentra ese conspicuo socialista de toda la vida que es Eligio Hernández, indignado como él solo al conocer que su amadísimo partido no lo hará diputado del común por mucho que lo apoye su otro partido, el PP. A Hernández lo jalea otro herreño ilustre, faro inigualable de la decencia política, Manolo Fernández, secretario general del PP y compadre del alma del Pollo del Pinar.