Rita no paga

Se le llena la boca al Gobierno de Canarias de anuncios y propaganda, de medidas posibles y extravagantes, de reparto de alimentos por caducar, de rebajas de hipotecas, de recortes de impuestos a los ricos, de reformas del REF, de más ventajas para los beneficios empresariales, de deudas históricas e histéricas... y termina fallando en lo básico. Lo básico, según todos los expertos y el mismo Gobierno del que les hablamos, es el empleo, que haya actividad económica, y la obra pública es uno de los instrumentos. Por eso extraña muchísimo que el Gobierno de Paulino y Soria sea la única institución que no ha cumplido con el pago de las cantidades para la puesta en marcha del Consorcio para la Regeneración Turística del Sur de Gran Canaria. Que la mastodóntica estructura burocrática del Cabildo haya producido el pago correspondiente, que el calamitoso Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana haya aflojado los cuartos, que Madrid haya cumplido, y que no lo haya hecho el Gobierno de Canarias clama verdaderamente al cielo.

Se le llena la boca al Gobierno de Canarias de anuncios y propaganda, de medidas posibles y extravagantes, de reparto de alimentos por caducar, de rebajas de hipotecas, de recortes de impuestos a los ricos, de reformas del REF, de más ventajas para los beneficios empresariales, de deudas históricas e histéricas... y termina fallando en lo básico. Lo básico, según todos los expertos y el mismo Gobierno del que les hablamos, es el empleo, que haya actividad económica, y la obra pública es uno de los instrumentos. Por eso extraña muchísimo que el Gobierno de Paulino y Soria sea la única institución que no ha cumplido con el pago de las cantidades para la puesta en marcha del Consorcio para la Regeneración Turística del Sur de Gran Canaria. Que la mastodóntica estructura burocrática del Cabildo haya producido el pago correspondiente, que el calamitoso Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana haya aflojado los cuartos, que Madrid haya cumplido, y que no lo haya hecho el Gobierno de Canarias clama verdaderamente al cielo.