Vicente López Pascual amenaza con querellarse contra todo aquel que diga que él estaba en El Salvador en el momento de producirse la masacre en la Universidad Central, pero diversos informes lo sitúan allí. De hecho, como publicaba El Mundo este domingo, el espía español fue relevado cinco meses después del asesinato del español Ignacio Ellacuría y los otros cinco jesuitas. Papeles de la CIA recientemente desclasificados desmienten al hoy letrado de la Armada al sostener que no solamente la agencia norteamericana conocía las intenciones de los escuadrones de la muerte, sino que también lo sabía el Cesid, es decir, López Pascual. Una manera un tanto peculiar del espionaje español de proteger a sus ciudadanos en el extranjero. Los querellantes que han conseguido que la Audiencia Nacional investigue estos asesinatos esperan que el juez Eloy Velasco cite a declarar al espía español afincado en la capital grancanaria.