En el PSOE el cabreo por la actitud herreña se confunde con los recordatorios a Julio Cruz de que debió haber tenido atadas esas ansias un poco más cortas. Se veía venir y nadie aplicó las contramedidas, reclamaba algún que otro dirigente del PSC. Pero a la voz de firmes, los secretarios generales insulares ya han empezado a expresarse públicamente contra esa indisciplina de sus compañeros herreños. Saben de lo delicado de la situación política global y consideran que es una actitud desleal y profundamente insolidaria que pone en peligro muchas más cosas que la presidencia del Cabildo de una isla. El primero en salir a la palestra ha sido Carlos Espino, que ha resaltado el “interés personal” que ha movido a algunos socialistas de El Hierro para no esperar si quiera por los famosos cien días de gracia que se acostumbra conceder a las nuevas mayorías de gobierno. Un interés personal que, como resalta el líder conejero, es una de las cosas que más repugnan a la ciudadanía, incluida la ciudadanía herreña, socialista o no. Esperamos con mucha expectación la reacción de algunos secretarios insulares que han puesto sus barbas en remojo muy recientemente.