Pero si las revelaciones del diario El Mundo sobre la autoría intelectual de los asesinatos de la Universidad Central de América son extraordinarias y esclarecedoras (nutren la teoría de que la CIA y el Cesid estaban al tanto), no se quedan a tras los calificativos que sobre el espía Vicente López Pascual ha hecho el que fuera por aquella época embajador de España en ese país. Fernando Álvarez de Miranda, que tuvo notables enfrentamientos con el espía, recuerda para El Mundo cómo “hacia 1986 apareció en El Salvador un personaje muy especial que decía que era periodista y que trabajaba para la agencia Iberia Press. Después comprobé que todo eso era mentira y que en realidad era un agente del Cesid. Se llamaba Vicente López”. Pese a lo sostenido por este personaje, el embajador desmiente que haya sido agregado de la embajada. Y confirma que “tenía una excelente relación con el Estado Mayor del Ejército salvadoreño y especialmente con el general René Ponce. Cuando me enteré de que era agente del Cesid envié un escrito al Ministerio de Asuntos Exteriores indicando que no entendía qué hacía allí esa persona trabajando para el Ejército salvadoreño y con una línea diferente a la que mantenía nuestro Gobierno y la embajada”. ¿Trabajando para el Ejército salvadoreño, Vicentito? ¿Eso lo saben en el Arsenal?