Pocas veces alguien se faja como lo ha hecho Fernando Fernández con nosotros. Recordemos que el único culpable de la situación creada es José Manuel Soria, que puso en circulación algo por un vídeo del que desconocía casi todo. Y lo hizo en plena campaña electoral. Nosotros, después del día electoral y no como réplica, pusimos en marcha una información a partir de un dato que tenemos desde hace tiempo y que el señor Soria se encargó de darle contexto y hacerlo noticia. Sin embargo, se equivoca de informante el señor Fernández. Nuestro informante no podía estar borracho -como él ha dicho- porque estaba en la cabina del piloto. Además, quien cree el eurodiputado que es nuestro informante borracho, sepa que no lo estaba. Nada más entrar en el avión, después de hacer un safari fotográfico, se quedó impresionado por el chorreo que Fernández le echó a una azafata en plan déspota. Casi en plan miserable.