Duelo de alturas en Madrid

El Iberostar Tenerife, actual líder de la Liga ACB, defenderá este domingo el liderato frente al Real Madrid (Barclaycard Center, 11:30 horas), actual campeón y por el momento segundo clasificado, en el partido más atractivo de la octava jornada de la competición.

Los canaristas viajan a la capital de España con la moral muy alta y dispuesto a darlo todo para seguir demostrando que se encuentran en un excelente momento de forma y, además, dar un paso más en busca de su clasificación para la disputa de la Copa del Rey.

Salvo Marius Grigonis, que sigue lesionado del tobillo, en principio, Txus Vidorreta podrá disponer de la totalidad de la plantilla, aunque con Nico Richotti, aún bajo de forma, y Davin White con molestias en la rodilla.

Pero todo eso se supera ante un partido de esta importancia. Jugar contra el Real Madrid y en la situación actual es todo un privilegio para cualquier jugador y tanto Richotti como White estarán para el encuentro y preparados, para poder ayudar al equipo en lo que puedan en este intenso partido.

Los laguneros saben que tienen mucho que ganar y poco que perder, un duelo ante un adversario que viene de perder en la Euroliga contra el CSKA de Moscú (91-90), pero que vuelven a la competición doméstica buscando conseguir el liderato.

Vidorreta sabe que preparar el choque ante un rival como el Real Madrid no es fácil por la gran plantilla que poseen y que cualquier jugador puede hacerte mucho daño.

Ganar será cuestión de todo el grupo, partiendo de la solidaridad defensiva, fortalecer el rebote y buscar en ataque la fluidez suficiente para encontrar buenas posiciones de tiro.

Será en partidos como este donde los interiores tendrán un papel determinante, ya que hasta el momento, se ha echado en falta un mayor protagonismo de Fran Vázquez y de Bogris, pero en este no habrá excusas para que tenga que aportar mucho y ayudar al resto de compañeros para alcanzar el objetivo que no es otro que conseguir los dos puntos.

Llegar a la octava jornada y seguir líderes ha sido por el gran trabajo realizado por todos y lo difícil es mantenerse arriba. A la plantilla no hace falta motivarla, ahora es controlar la situación e intentar sorprender a un real Madrid que, como todos los años, aspira a todo.