''Decir que esto es para que en Marruecos haya más democracia es engañarnos''

“Nos podemos engañar todo lo que queramos, pero decir que esto es para que ehn marruecos haya más democracia, eso es engañarnos a nosotros mismos y a los marroquíes, más”. Así de tajante se muestra Rafael Hernández, presidente de la Confederación de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Canarias. Hernández ha criticado duramente a las instituciones europeas por sacar adelante un acuerdo con Marruecos para la importación de productos agrícolas que, según el representante de los agricultores de las islas, atenta contra la economía española y no beneficia el desarrollo en el país vecino.

El presidente de COAG Canarias se ha referido, durante una entrevista en el programa Tiempos Modernos de CANARIAS AHORA RADIO, a los argumentos esgrimidos por el Parlamento Europeo, que dio este jueves el sí definitivo al convenio que afecta al campo español y condena al tomate canario. “La primavera árabe no se ha desarrollado en Marruecos porque tiene uno de los servicios de inteligencia más fuertes del mundo y machaca a la gente”, ha dicho, “con este acuerdo se favorece al que está mandando, pero no se avanza hacia la democracia”. “Lo que tiene que haber, y no recoge este acuerdo, es obligar a tener cláusulas sociales y cláusulas medioambientales, eso es ayudar a que se reparta la riqueza”.

Para Hernández la cuestión es el mero “trueque económico” del que se benefician las empresas europeas. Así, ha insistido en que, de las tres grandes exportadoras de tomate marroquíes, dos están participadas por capital francés y la otra es propiedad del rey Mohamed VI. Además, ha hecho referencia a los intereses comerciales de otros países, como Alemania, que, en su opinión, han defendido mejor su criterio durante la negociación del acuerdo: “La Bayer, la farmacéutica, que en la trastienda de los fármacos produce fitosanitarios, en Europa no puede desarrollar sus ventas, porque las materias activas están prohibidas porque son malas para la salud de los que las tratan o para el producto porque se quedan residuos que pueden afectar a la salud, pero en Marruecos se pueden vender”.

A cambio, ha denunciado, “para que este acuerdo se diera, Marruedcos dejó de producir un millón de toneladas de cereales, que es algo básico para fabricar el pan, porque se van a exportar excedentes franceses y alemanes”. Algo parecido ocurre con los lácteos: “Ha renunciado (Marruecos) a producir leche porque va a comprar excedente de leche en polvo europea”.

Perjuicio para la economía española

Según ha explicado Hernández, “el sector hortofrutícola en el mercado español generó el año pasado unos ingresos por las exportaciones de 14.000 euros”. Eso es, como mínimo, lo que la economía española puede perder. “¿Podemos darle palos, como está la economía, a un sector así? La respuesta es no”. Ha insistido.

Para hacer cálculos. Según los datos aportados por el presidente de la COAG canaria, cada hectárea de cultivo de tomate en las islas genera ocho puestos de trabajo. Y ya se ha recortado bastante la producción, desde las 340.000 toneladas de hace diez años, hasta las 120.000 de la actualidad.

El nuevo acuerdo, que tiene al tomate como una de las principales materias primas, pero que afecta también a otros cultivos hortofrutícolas como el olivo o la naranja, hará imposible que el campo español compita con las condiciones laborales impuestas en Marruecos. “En la configuración del precio del tomate”, ha explicado Hernández, “el 60% corresponde a mano de obra; si tenemos en cuenta que el coste laboral europeo está en torno a los 60 euros diarios de sueldo (más seguridad social, más impuestos), y en Marruecos no llega a cinco, imagina el dumping”.

Además, ha denunciado que se trata de un acuerdo que “no es equilibrado”, sino que atenta contra un sector, el de las frutas y hortalizas en España, que “percibe solo el 4% de las ayudas de la PAC (Política Agraria Común)”.

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