El plátano de Canarias se mete en el lío habitual del verano: ya hay venta con pérdidas en la Península

Ya está aquí: se palpa, se siente, se sufre... La crisis de precios en la venta del plátano de Canarias en su casi único mercado exterior, el de la Península, donde se vende en torno al 90% de la producción comercializada desde las islas por año (con un total de algo más de 420 millones de kilos en 2024), ha llegado para quedarse, y otra vez lo hace en los meses de verano. Nada nuevo.

Desde la semana 28, del 7 al 13 de julio pasado, la más reciente con datos oficiales de precios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), los valores medios que percibirán los plataneros canarios, que equivalen a la cotización en verde y al por mayor de la fruta que se comercializa en el resto de España, ya están en niveles de 0,80 euros por kilo o menos (la semana 27, en 1,10 euros por kilo, con menos el 30% en siete días), en el límite que da o quita la rentabilidad al productor local, con unos costes de producción entre los 0,70 y los 0,80 euros por kilo de promedio.

Pero lo peor en este momento ya no es eso, sino que la caída de las cotizaciones medias en verde y al por mayor, el desplome de estos precios (percibido desde hace semanas), ya se considera por todos los agentes como una debacle que no hay quien pare. ¿Hasta cuándo? En 2024, el alcance del desplome fue de muchos meses, hasta enero del ejercicio anual siguiente, ese mes de 2025.

En la recién cerrada semana 29, del 14 de julio al 20 de julio, ya se han dado precios promedios para las mejores calidades, los convertidos en renta bruta del agricultor, por debajo de 0,80 euros por kilo, incluso en el entorno de los 0,70 euros.

No hay duda de que ya ha empezado la venta con pérdidas, algo que la Ley de Cadena Alimentaria permite a la fruta estrella de Canarias, tras presiones de la organización Asprocan y los apoyos políticos suficientes logrados en el Congreso para acceder a esa singularidad en el caso del plátano.

Confirmado aquel extremo, la crisis insalvable por ahora de los precios, queda por ver hasta cuándo esta se dará y con qué alcance, hasta qué suelo. La coyuntura pinta mal o muy mal. Tal es así que incluso no se descarta que, pese a la baja marca de fruta para el embarque, en 5,5 millones de kilos la semana que entra, la número 30, esto no hay quien lo frene.

Lo normal por estas fechas es que el total de expedición a los mercados peninsulares por semana se halle por encima de los siete millones de kilos, pero ni con menos envíos por ahora la reacción ha sido satisfactoria. No hay venta final en la Península y el plátano de Canarias, sin demanda adecuada y con la competencia de la banana, siempre más barata, empieza a no valer casi nada. Pintan bastos.

Ahora, pese a los muchos menos kilos en la exportación, nadie es capaz de garantizar un precio que evite pérdidas al agricultor local derivadas de la comercialización de su género. Con los valores medios que percibirá el productor platanero local por transacciones en estas últimas semanas, con ventas por debajo de 0,80 euros por kilo en verde y al por mayor y tras descontar los costes de producción agrícolas, solo se van a recoger pérdidas, algo que se compensará, si la cosa no va a más, que se prevé que sí lo hará, con la compensación por pérdida de renta que paga la Unión Europea (UE) a través del programa Posei, un máximo de 0,33 euros por kilo para el umbral de 420 millones de kilos de plátano al año, con una ficha disponible de 141,1 millones de euros.

Algunas fuentes del sector platanero consultadas no descartan, pese a las bajas marcas semanales de embarque, ya mencionadas, que a finales de este mes de julio o en agosto próximo, con más fruta y debido al desplome total de los precios, se tenga que optar por activar la pica, el mecanismo de retirada de fruta del mercado, de reducción de la oferta, esto con el fin de no expedir partidas a la Península que solo sirven para contraer pérdidas y más pérdidas, en algunos casos incluso tras contabilizar el pago de la ayuda directa del plátano por kilo.

Hay que destacar que, pese a la situación coyuntural que afecta a los precios de comercialización del plátano en verde en la Península, el llamado Comité de Comercialización integrado en la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos (OPP) de Canarias, no fue convocada ni se reunió esta semana que ahora concluye.

Como consecuencia de la falta de demanda de esta fruta, los precios finales, los pagados por el consumidor familiar, han ido cayendo poco a poco, siempre de forma más lenta que la cotización a la que está más atento el platanero isleño: su ingreso bruto.

Ya hay precios en la Península por debajo de los tres euros por kilo, para las referencias convencionales de calidades extra o primera, y en Canarias, hasta de dos euros. Mercadona vendía este viernes a 2,40 euros por kilo en Santa Cruz de Tenerife.

La opción de plátano certificado como ecológico sí se mantiene por encima de los tres euros por kilo. La tendencia es hoy que los precios medios del distribuidor minorista sigan cayendo, al menos en los meses principales del verano, y que incluso haya valores no remunerativos para el agricultor local en el otoño y no se sabe si incluso en meses del invierno próximo.

Esa misma dinámica, tan negativa para los plataneros canarios, ya se sufrió el año pasado, en 2024, y mucho más en 2023, en el periodo más reciente. Pese a estas huellas, poco se ha hecho desde la organización Asprocan, al menos con resultados positivos para los cosecheros isleños, con el propósito de aminorar el impacto en la renta agrícola relacionada con el cultivo.