Daniel Ruíz, IES Felo Monzón: “Las aulas de emprendimiento pueden favorecer la creación de startups entre los alumnos”

El IES Zero Monzón apuesta por el trabajo en equipo entre sus alumnos

Impulsa Innovación / Jesús Montoya Soriano

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Daniel Ruíz es el gestor de emprendimiento del IES Felo Monzón, en Las Palmas de Gran Canaria. El centro se conoce por la gran extensión que tiene, además disfruta de una gran variedad de oferta educativa. Consta de todo tipo de Familias Profesionales: desde comercio, a imagen y sonido entre otras, lo que da muchas posibilidades de hacer actividades interciclo. Ahora, cede parte de su tiempo para participar en la serie de entrevistas para el canal Impulsa Startups.

¿Qué objetivos se pretenden lograr con el aula de emprendimiento en el centro?

Esencialmente se trata de usar el aula para generar proyectos que puedan tener un encaje real en la economía. En última instancia pretendemos crear una forma de trabajo dentro del aula que simule cómo se trabajaría en una empresa. En las aulas tradicionales el mobiliario es muy restrictivo e impide, de alguna forma, la flexibilidad del aula y trabajo en equipo. Así se pueden desarrollar las competencias comunicativas del alumnado, que aprenden a trabajar en equipo como harían en una empresa.  Nuestro fin último es elevar la creatividad de nuestros alumnos para que canalicen sus ideas de negocio.

¿Cuántos alumnos tienen por clase de media?

Puede variar en función de la familia profesional. Pero estimo entre 24 y 28. Dependiendo del ciclo podemos llegar a los 30. Yo no doy a todas las familias profesionales, pero te puedo decir que, seguro que tenemos de media, un mínimo de 22 y un máximo de 28.

¿Considera que el interés de los alumnos ha crecido respecto al tema de emprendimiento y startups?

Es posible, yo creo que viviremos un aumento del alumnado en los próximos años. La demanda de formación profesional va a crecer porque lo que se pretende con ella es una inclusión en el área laboral casi inmediata. Aquellos que, por las condiciones económicas de las familias, que no se puedan permitir el pago de una carrera universitaria, tienen la formación profesional como una vía útil y real para labrarse un futuro.

¿Cuál cree que es el objetivo final de los alumnos cuando entran en estas aulas?

Sobre todo, entiendo que es aprender nuevas metodologías de grupo o, mejor dicho, metodologías de trabajo que no sea siempre individualizado. Hay varias maneras en las que el alumno puede trabajar para conseguir sus objetivos y, nosotros como docentes, queremos ayudarles con ello. Cuando los alumnos ven el aula ya se sienten de manera diferente, ya no es un aula que invita a un trabajo individual o a un examen a cada uno, es un espacio de trabajo conjunto. Lo que se hace es innovar en la formación, lo cual es un aliciente para ellos que ya no trabajan individualmente.

¿Qué actividades han realizado en el aula de emprendimiento?

Hemos hecho varias, desde el punto de vista de formación del alumnado como de los docentes. En particular se han llevado acabo proyectos de índole de emprendimiento social, participado en concurso (con la famosa marca de refrescos de cola en su modalidad de gira joven), y se ha usado el aula de emprendimiento para ello. Hubo un proyecto en el que se realizaron varias charlas relacionadas con el emprendimiento, cómo trabajar en equipo, cómo orientar una idea de negocio y su puesta en práctica y desarrollo del mismo. Se han llevado a cabo acciones formativas relacionadas de manera directa con el emprendimiento.

¿Tienen prevista alguna actividad futura en el aula?

Se está llevando a cabo la creación varias. Se trata de hacer un uso del aula que promocione proyectos para los alumnos. Con la nueva Ley Orgánica de integración y ordenación de la Formación Profesional ya nos advierte a que los proyectos de los chicos y chicas deben ser intermodulares, es decir entre módulos distintos, para desarrollar proyectos más innovadores. 

¿Ve la posibilidad de creación de startups entre los alumnos?

Sí, el centro no solo dispone con un aula de emprendimiento, también con una ADECA, es decir, de Tecnología aplicada. En ella se incluyen una serie de tecnologías para que trabajen en aquellos proyectos que van surgiendo en el centro. Los alumnos podrán hacer uso de esta sala cuando sea necesario. En ella aprenderán las competencias digitales imprescindibles para el desarrollo de startups que tanto se necesita. Es un aula complementaria a la de emprendimiento. La tecnología de la información va mucho más allá de los móviles y lo que se consigue con ellos.

¿Cómo guían a los alumnos a lo largo de su proceso de emprendimiento?

En principio nos encargamos de motivarlos. Yo siempre recomiendo al alumno que se conozca a si mismo para saber qué idea de negocio le gustaría crear. A partir de ahí les pido que hagan un análisis de mercado con el que conozcan como está el panorama empresarial y, con esa base, comienzan sus proyectos. La idea que desarrollan la hacen con motivación por haberla madurado de este modo. Lo que queremos es animar a los alumnos con ideas aplicables a la realidad. 

¿Cree que las nuevas FP duales ayudarán al emprendimiento y creación de startups entre los alumnos?

Entiendo que sí. De hecho, es algo que tenemos que aplicar cuanto antes. Lo que se trata con la FP dual es que el alumnado tenga cuanto antes un contacto con la realidad empresarial para que adquieran una experiencia real de lo que están estudiando. Durante su proceso formativo podrán plantearse como está el sector al que se orientan y, en función a esto, organizar su propio negocio.

¿Considera que faltan ayudas para que las actividades en el aula se mejoren?

En particular, lo que hay que potenciar son las alianzas, ya sea con asociaciones, empresas o administraciones que puedan facilitarnos su punto de vista. En cuanto a herramientas entiendo que no necesitamos mucha ayuda, el centro está bien equipado para que se desarrollen las actividades que deben.

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