Chirac confirma que no se presentará a un tercer mandato en Francia
El presidente francés, Jacques Chirac, anunció este domingo que no es candidato a su propia reelección a la jefatura del Estado en los comicios presidenciales de abril-mayo próximos. “Al término del mandato que me habéis confiado, llegará el momento de serviros de otro modo. No solicitaré vuestros votos para un nuevo mandato”, dijo en una breve alocución radio-televisada Chirac, con sobriedad pero con visible emoción.
Chirac, de 74 años y casi 12 al frente de la República francesa, despejó con esas palabras la incógnita que planeaba sobre sus intenciones, aunque se daba prácticamente por seguro -cómo así ha sido- que no iba a lanzarse a la que hubiese sido su quinta carrera electoral al Elíseo.
Lo que no despejó fue a cuál de los candidatos que aspiran a sucederle dará su apoyo, algo que hará más adelante, en todo caso, antes de la primera vuelta de las elecciones, fijada para dentro de seis semanas.
Los favoritos, según las encuestas, son el conservador Nicolas Sarkozy, la socialista Ségolène Royal y el centrista François Bayrou.
Lo que sí pidió a sus compatriotas es que no se dejen tentar por “el extremismo, el racismo, el antisemitismo o el rechazo del otro”.
El segundo mensaje que lanzó a los franceses fue que confíen en su potencial y en el de Francia, que no teman las evoluciones del mundo y luchen para imprimir la impronta gala.
El tercer mensaje lo dirigió a Europa: es “vital” -dijo- continuar la construcción europea.
Y advirtió de que “los nacionalismos que han hecho tanto daño a nuestro continente pueden renacer en cualquier momento”.
Su cuarto y último mensaje a sus compatriotas consistió en recordarles que “Francia no es un país como los otros” y tiene la responsabilidad de “defender la tolerancia, el diálogo y el respeto entre los hombres y las culturas”, y más ahora que hay un riesgo de “choque de civilizaciones” y un incremento de los extremismos, especialmente los religiosos.
Chirac, elegido por primera vez al Elíseo en 1995 y reelegido en 2002, declaró con vehemencia su amor por Francia, un país al que dijo querer “apasionadamente”.
“He puesto todo mi corazón y toda mi energía al servicio de Francia y de la paz, que es el compromiso de toda mi vida”, afirmó.
En los diez minutos que apenas duró su mensaje, Chirac aprovechó para destacar los logros de los que está “orgulloso”: el refuerzo legislativo del laicismo, la reforma de las pensiones, la lucha contra la inseguridad y el paro, así como la innovación.