Marruecos y el Polisario se encuentran de nuevo en Nueva York

Marruecos y el Frente Polisario intentarán este viernes, por segunda vez en este año, negociar el futuro del Sáhara Occidental, en medio de una renovada ofensiva de Rabat en favor de su propuesta de autonomía para la ex colonia española.

Las dos delegaciones se reunirán de nuevo en la localidad de Manhassett, a unos treinta kilómetros de Nueva York, el mismo lugar en donde los pasados 18 y 19 de junio iniciaron, bajo auspicio de la ONU, los primeros contactos directos en siete años.

La delegación del Polisario estará encabezada de nuevo por Ali Beiba, miembro histórico de la dirección política y virtual número dos del movimiento independentista saharaui, confirmó este jueves su representante ante la ONU, Ahmed Bujari.

“Venimos con el mismo ánimo de buscar una solución política que asegure la autodeterminación del pueblo saharaui”, dijo.

El ministro del Interior, Chakib Benmusa, y el ministro delegado de Asuntos Exteriores y Cooperación, Taib Fasi Fihri, forman parte de la delegación marroquí, según informó la agencia oficial de Marruecos, MAP.

Asimismo, integran la delegación marroquí Jalihena Uld Errachid, presidente del CORCAS (Consejo Real Consultivo para Asuntos Saharianos) y Mohamed Yasin Mansuri, responsable de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED, organismo encargado de la seguridad exterior marroquí).

Además viajan Mohamed Saleh Tamek, gobernador civil de la provincia de Ued Dahab, y Maulainin Jalihena, secretario general del CORCAS.

Mauritania y Argelia también volverán a estar presentes, pero sólo en calidad de observadores y sin participar en el diálogo directo entre las dos partes.

El primer encuentro en Manhasset concluyó con el deseo de proseguir las negociaciones, pero sin que las diferencias que separan a las partes desde hace tres décadas se hubieran limado.

Marruecos encara la nueva cita con la determinación de limitar el terreno del diálogo a su plan autonomista, tal como afirmó el rey Mohamed VI en una alocución el 30 de julio, con motivo del octavo aniversario de su llegada al trono.

El monarca alauí señaló que Rabat “sigue dispuesto a negociar (...) pero únicamente a propósito de la autonomía y nada más que de la autonomía”, al tiempo que reafirmó que la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental es “plena, perenne e inalienable”.

A eso se suma la declaración que el Gobierno de Estados Unidos efectuó en favor de la propuesta marroquí tras la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU del 11 de julio, en la que se revisó el estado de las negociaciones.

Por su parte, el enviado personal del secretario general para el Sáhara Occidental, el holandés Peter Van Walsum, también respaldó la posición marroquí en el borrador de su informe sobre la primera reunión, pero después ese fragmento fue eliminado del texto oficial.

No obstante, la posición oficial del Consejo de Seguridad continúa siendo que la base de las negociaciones son tanto la autonomía como la autodeterminación, favorecida por el Polisario.

Por ello, Bujari consideró que Marruecos acude a esta segunda ronda “en contra de su voluntad”, tras no haber conseguido que el máximo órgano de la ONU respalde su plan.

“No sería sorprendente que Marruecos pusiera fin a su presencia en el diálogo, o tome decisiones drásticas para poner fin a este proceso y echar la culpa al Polisario”, apuntó el representante del movimiento independentista saharaui.

A pesar de ello, el Polisario afronta la nueva reunión “con el mismo ánimo de buscar una solución política” a través de un referéndum en el que los saharauis puedan elegir su futuro.

“La propuesta del Polisario no prejuzga una solución y en ella se dice celebrar un referéndum de autodeterminación, en lo que cabe desde la autonomía a la independencia”, agregó.

El rechazo de Marruecos a esa última posibilidad fue lo que llevó al fracaso, hace siete años, del primer intento de la ONU por hallar una solución política al conflicto.

“Marruecos parte del hecho de que el Sáhara es ya marroquí y que la autodeterminación es ratificar ese hecho. Eso es pedir peras al olmo”, agregó Bujari.

La sede de las negociaciones volverá a ser el complejo Greentree, un edificio empleado habitualmente por la ONU para este tipo de reuniones, a la que se veta el acceso a la prensa.

Está previsto que en la primera jornada haya una reunión inicial de las partes con el mediador de la ONU y los dos países observadores, para luego dar paso al contacto directo que se prolongará hasta el fin de esta segunda ronda, al día siguiente.

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