Sobre este blog

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia,  Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.

Una tarjeta negra con agujero de bala

Tarjeta perforada por un disparo. (CA)

Jorge Batista Prats

Las Palmas de Gran Canaria —

Vivía Hispania una canícula de gran y cruel solajero como si viviera uno de esos tiempos que parecen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Siempre que no se vaya de 1975 hacia atrás, que entonces ya estamos ante asunto, trasunto y remedo de exhumaciones, tibias y calaveras ideológicamente significadas. Es decir que, efectivamente, el calentamiento era tan global que no había rincón sin ebullición, hervor o borboteo. Así, con el mercurio rebotado, una mañana de esas que lo es cuando ya ha transcurrido el día anterior, la pólvora ardiente se encochina y empitona a Blesa entre pecho y espalda en Puerto del Toro (Córdoba) sin que estuviera vestido de luces. Miguel, gran amigo de Aznar, vividor por antonomasia, consumidor compulsivo de lujo en la onda corrupta alianzapopulachera, utiliza por última vez la black card para sacar billete al Infierno. De Caja Madrid al ataúd que es también caja, pasando por juzgados y cárcel. Cuando escribo, dicen que se pegó un tiro con un rifle de caza mayor. Acertada elección para un ser engolado y aficionado a matar. Debió liquidar tanta fauna africana como Mataelefantes John. No soy criminólogo ni he salido de copas con Marlowe, pero, normalmente, los que usan un arma larga para poner fin a su existencia, se sientan en una silla, apoyan la culata en el suelo, se meten el cañón en la boca y aprietan el gatillo. Tal vez le pareció a Miguel que no era conveniente destrozarse el cerebro por si la ciencia decidía congelarlo para posteriores estudios. De ahí, la opción del do de pecho. El caso es que, notum autopsia declarentur, semeja que aparece como incuestionable el suicidio. Curiosamente, desde que se supo del óbito, ningún medio ha señalado que también cabía, a priori, la posibilidad de un asesinato. Un elemento con esa vida y esos hediondos saberes tiene tantos enemigos que cualquier agujero es una trinchera. Y dirá Miguel, gaviota carroñera aunque de elegante vuelo: ¡Que me quiten lo bailao!

'Rendez vous' en los pasillos y a ti te encontré en la calle

En estricto protocolo, ya Blesa yerto como una mojama, la actualidad cercana nos obligaría por razones de peso específico y vectores ad hoc – In the begininng, God – a referirnos a la que se ha liado este año con la Virgen del Carmen, el botellón incontrolado, “el aforo” (sic) de los barcos desde Arguineguín a Mogán y yo no vi 14 guaguas de elementos foráneos de estirpe drogoalcoholica. Que quieren llevar a Onalia a la Fiscalía para que explique su concepto de protección civil. No obstante, es el espanto y el esperpento los que nos obligan a colocar la política de serie B por delante de la iconografía religiosa y sus marejadas etílicas. El periodismo se mueve tanto, que es difícil que la foto no salga movida, salvo que la dispare Alejandro Ramos.

Que no. Que no. Que no. Que no es verdad. Que no es cierto lo que se cuenta. Que te lo digo yo, que he consultado fuentes, afluentes, torrentes y manantiales. No. Clavijo no dijo eso que dicen que dijo y andan diciendo. No. Cuentan en los pasillos del Parlamento, que allí mismo caminaban a encontrarse el presidente coalicionero del Gobierno en minoría y el presidente de AP/PP o barón popular en Canarias, Asier Antona. Nunca debe faltar la sonrisa y el apretón de manos, aunque de lo que se trate es de meter las manos en la masa. Así que, ya uno frente a otro en esa corta distancia reservada a las más íntimas acciones e intenciones, cuentan que Clavijo, sin corbata y con la americana desabrochada, le dice a Asier: “¿Qué te pasa en el bolsillo del pantalón?, ¿llevas pistola o simplemente te alegras de verme?”. A esa frase atribuyen la ruptura del potencial pacto entre populares y nacionalistas.

Sin embargo, no ocurrió tal como dicen aquellos maledicentes voceros. En tiempos de escaladas conspiranoicas, algunos perroflautas fueron presa de la confusión de tiempos. Y vieron a Mae West en Clavijo y a un gánster en Antona. Que la Cámara de Teobaldo Power Red Bull se incendió de la voluptuosidad de Hollywood, atrás su conocida tendencia al sopor y la benzodiazepina. Que no fue Clavijo, que sí una rubia de las de antes en la época de la Ley Seca. De igual modo, es mentira, aunque asimismo se comenta, que el diálogo fue otro. Al encontrarse Clavijo y Antona, el primero habría dicho: “Eres muy alto, ¿cuánto mides?”. Asier contestaría: “Mido seis pies y siete pulgadas (dos metros). Y el presidente terminaría: ”Bien, pues olvidémonos de los pies y hablemos de esas siete pulgadas (18 centímetros)“. También estuvo de por medio Mae West, pero los antisistema son mentirosos y fulleros. Todo infundios y ventiladores para dinamitar la estabilidad. Pero este no es folio para desmentidos. Si extrapoláramos la historia al marco de la denominada erótica del poder, Clavijo y Antona no se constituirán en pareja. Serán simplemente follamigos. Es decir, la legislatura, Dios mediante, se llevará de cabo a rabo negociando ley por ley.

La 'ciencia' de Clavijo y la paciencia que hay que tener

Hay ocasiones, en la mayoría de los casos muy tristes, en las que no queda otro remedio que ser claros, prescindir del maquillado de los eufemismos y, por supuesto, desprenderse de ese invento represivo que denominan corrección política. Llamaba el otro día el presidente Clavijo “al sentido común” – el menos común de los sentidos – cuando se refería a la marcha de las negociaciones entre su partido, Coalición Canaria, y el grupo presidido por Asier Antona en las islas, Partido Popular. De cara a la sociedad civil, urgida por Antona la búsqueda de esa entente perseguía dotar de “estabilidad” al Gobierno de Canarias, cuando la realidad es que los populares pretendían hacerse con algunas consejerías de peso, que no significa otra cosa que controlar una parte importante del Presupuesto de la Comunidad Autónoma y dar puestos y jugosas nóminas a los hijos fieles al gran padre Rajoy. De euros, que no de otra cosa estamos hablando, independientemente de que las propuestas de unos u otros se consideren mejores o peores. Asier no tiene el carisma de Soria ni, de momento, la bandera panameña, pero sí mantiene a personas que estuvieron a su lado, comenzando por la partenaire Australia Navarro, que fuera compañera de bufete de María del Carmen Benítez, esposa de José Manuel y ahora miembro fundador de Sorben Partners. Está como nunca el coñac que mejor sabe. Tampoco tiene Asier el peso político que tuvo aquel hoy denominado gran mentiroso de la cosa pública, ya que las circunstancias – el gobierno de Rajoy en minoría – permiten a los nacionalistas canarios (CC y NC) negociar directamente en Madrid, puenteándolo como si de Brooklin se tratara.

Fernando Clavijo, por su parte, es un adalid del buen rollito que cada vez que abre la boca dice una memez que supera a la anterior. No voy a detallar aquí todos los inventos del presidente canario expuestos sin pudor alguno para salvar al territorio fragmentado de la que tiene encima, inventos que quedarán para la historia sumados a los disparates de aquellos que quisieron, entre otras cosas, diversificar la economía a golpe de ocurrencia de mojo y pella de gofio, pero sí mostraré el espanto sufrido con algunas de sus últimas declaraciones que, no sólo contradicen ese sentido común que reclama sino que evidencian su absoluto desconocimiento de la más elemental Ciencia Política. Ahora comprendo perfectamente a los muchos políticos canarios con los que he hablado y me han comentado sin ambages: “Ya la chaqueta de alcalde le quedaba muy ancha”. Grúas aparte.

Subiendo un día de Madrid a Pozuelo de Alarcón para almorzar, me comentaba Antonio García Trevijano: “El sentido común del hombre del campo es muy valioso. Ahora bien, el paleto de ciudad es peligrosísimo”. Y tenía mucha razón, visto lo visto y lo que habremos de ver. Se dirige D. Fernando al personal y dice que a quejarse al maestro armero o, lo que es lo mismo, que su Gobierno hace los deberes y es el Parlamento el que deberá dar explicaciones a la ciudadanía. No conoce, o se hace el loco saliendo por peteneras que los tres poderes del Estado: El Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, existen para asegurar el ejercicio de la democracia, manteniéndose independientes y, a la vez, controlándose. No tengo a mano el móvil de Montesquieu para facilitárselo, pero su señoría el presidente debiera saber que es el Ejecutivo quien elabora las leyes, aunque éstas no significarían nada si el Legislativo no hiciera lo propio: legislar. Aprobarlas con el apoyo de los diputados que cada caso exija. Que el Ejecutivo construya una ley no quiere decir, en principio, que vaya a aplicarse. Por ello se buscan las mayorías que, en nuestro régimen sui géneris, están sujetas a mayor gloria, como todo el arco parlamentario, al mandato imperativo, que no es otra cosa que la venta de la conciencia al partido a cambio del escaño. Hablo de ese fraude a la sociedad civil que denominan disciplina de partido, la que se une para dibujar un escenario dantesco a la imposibilidad de revocar a los diputados por parte de quienes los eligieron. Me espanto cuando por ahí se afirma que la soberanía popular reside en la Cámara, cuando los grupos políticos practican el juego de la silla tras la mesa del trilero. D. Fernando, que lo mismo va a izquierdas que a derechas, es capaz también de señalar que la negociación que ha llevado su grupo político con el PP ha sido cuestión de quienes negociaban, que nada tenían que ver con él. Un caso de cinismo proyectado hasta Saturno. La excelencia de su expresión queda reducida a una llamada al poco común sentido común, que vendrá de México o Dubai en primera instancia, supongo. No. No merece la pena perder el tiempo. Ya aquel sepulturero de Luces de Bohemia hizo su resumen, cierto aunque de andar por casa: “En España el mérito no se premia. Se premia el robar y el ser sinvergüenza. En España se premia todo lo malo”. También Max Estrella, mucho más allá intelectualmente, comentó: “La miseria del pueblo español, la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte”. ¿Qué sabes tú?

¡Que dimita la Vírgen del Carmen! ...o 'argo'

Nadie en el Tercio sabía quién era aquel legionario, tan audaz y temerario que en la Legión se alistó. Nadie sabía su historia, mas la Legión suponía que un gran dolor le mordía como un lobo el corazón … Virgen de los marinos y pescadores, virgen de la mar y las barcas. Carmen, que con Carmen vamos, entre las aguas que se han puesto bravas de bichos, tanto microscópicos como de terno comatoso y corbatoso, falda, tiritos, pantalón pitillo o short … Nadie sabía que el terabotellón de Arguineguín que cogió en culottes a Onalia Bueno es lo bueno, la de los votos disputados, iba a acabar en la Fiscalía Y nadie sabía asimismo que la virgen entre las olas no llegaría este año a Mogán, al impedirlo la Guardia Civil – la del aeropuerto, no, la de la mar salada – porque los pesqueros que iban a acompañar a la efigie habían superado “el aforo” (sic). Acojonante. De modo que volvió Onalia a las olas a mojarse la popa y poner paz en el entuerto. No hemos tenido que esperar mucho para ver nacer un nuevo grupo reivindicativo. Al LGTBIQ acaba de unirse una nueva letra: la D de dimisión. Y, a la bandera del arcoiris, un intenso color azul ultramar. Ya que en este país plurinacional (¿Qué será eso?) toda la clase política tiene el trasero fuertemente ligado al sillón con Loctite Super Glue – 3 y la Fiesta del H2O ha muerto para siempre, el grito de guerra del nuevo colectivo coaligado para las manifestaciones que hayan de venir será: “Virgen del Carmen, ¡Dimisión! … o argo”. ¿Recuerdan a Esteso Fernando como Clavijo?: Mi padre tiene un barco, me cachis en la mar.

Y acaso es eso todo en los sures donde el turismo afluye en grandes oleadas y sus trabajadores son los peores pagados de todos los sectores económicos, siendo Canarias la segunda comunidad autónoma con los salarios más bajos de España y, por extensión, de la UE. No, ni mucho menos. El esperpento parece moverse muy bien bajo elevadas temperaturas, de modo que a Salud Pública, aunque luego se han retocado las recomendaciones, no le dio vergüenza alguna decir a la población algo así como: pueden bañarse en Mogán, pero ojo no se vayan a topar con las microalgas, que algunas tienen muy mala milk. Como en El Confital: usted baje por el risco, pero si se pega una hostia será asunto suyo. Y, si llega al agua vivo, procure enterarse si los enterococos están o han salido de rebajas. Nosotros estamos trabajando por su seguridad. ¡Porca miseria!

Epílogo

Ante el panorama, ¡jínquese una cerveza, cristiano!

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Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia,  Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.

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