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El arco triunfal a la Virgen de las Nieves

Los Llanos de Aridane —

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Este lunes el rito ancestral del paso por debajo de arcos de la Virgen de la Nieves se volvió a renovar con toda solemnidad, cariño y respeto anónimo del pueblo.

Fueron los artesanos y mayordomos del afamado Corpus Cristi del municipio de Villa de Mazo quienes “enramaron” el entorno de la plaza de El Salvador, de alfombras y “arcos triunfales”. El aroma a la frescura de flores y monte emanaba en el lugar, mezclado con la solemnidad de la quema de incienso.

Las enramadas y arcos triunfales tienen su origen en la antigüedad clásica. Dentro de la grandeza arquitectónica del imperio romano aún se conservan ejemplos magníficos de arcos que conmemoraban la llegada y recibimiento del Cesar, Emperador o general con sus tropas después de la victoria de un hecho bélico.

El pueblo ocupaba las calzadas y caminos para el recibimiento de las tropas vencedoras, batiendo ramas de palmas, olivos y flores. El momento culmen era cuando la caballería y el Cesar pasaban por debajo del arco, en esos tiempos y en sus mayorías construidas en mampostería con diferentes diseños y simbólico ornato. Los llamados arcos triunfales se convertían así en un símbolo de dignidad, solemnidad, honor, regocijo y bienvenida.

Arcos triunfales y enramadas son habituales en las fiestas y conmemo­raciones del Renacimiento y tienen un auge especial en la época barroca. En esta época pasan a desuso los arcos de la antigüedad clásica hechos de piedra y mampostería y aparecen arcos como un arte efímero o de tramoya y ligados a la conmemora­ción de aconteci­mientos civiles o religio­sos.

Las manifestaciones festivas de enramadas y arcos triunfales en actos religiosos o civiles son una mismas cosa o manifestación en diferentes lugares y épocas en homenaje del santo patrón o regocijos político-social. El pueblo expresa de una misma manera la alegría y agradecimiento tanto a la intervención divina como la visita de un rey u otra autoridad, aunque siempre con matiz diferente en las frases o cartelas alusivas del motivo.

Noticias de arcos triunfales en Villa de Mazo y Santa Cruz de La Palma

La primera referencia, que conocemos, de la participación de la tramoya urbana de arcos triunfales en honor y agasajo a la Virgen de las Nieves la encontramos en el año 1765.

Era las fechas de la Bajada lustral de la imagen. Con toda probabilidad en Bajadas anteriores ya se encontraban formando parte de los enrames de los fastos festejos de la Virgen de las Nieves, Patrona de La Palma.

Aparece en el diálogo intimidatorio entre el castillo y la nave dónde la pólvora se convierte en salvas de alegría y saludo a María, pasajera en el barco titulado María y tal y como declara el piloto se identifica por el arribo a La Palma de “la nave de María” y interroga el soldado “¿de dónde viene la nave?” y el piloto del barco dice “del cielo empíreo”. ¿El soldado dudoso ante lo que podía portar responde “de que viene cargada? Y el piloto de la nave descubre la carga y respondiendo ”de pan divino“. En ese momento nave y castillo repitieron todos:

“démosle el buen viaje

a la entrada felice

de nuestra nave“.

La Virgen es “descargada” de la nave y la comitiva procesional continua. Continua el relato diciendo que, en un llano, “que es el principio de la ciudad, frondosamente adornados de ramos, flores, banderas, dónde, llegada que fue la Señora, hizo pausa vajo un arco hecho de obra, aunque campestre, primorosa, colgado de figuras de alfeñique, alcorza y una corona de lo mismo, palomas y liebres vivas”.

En esa pausa, y estando la Virgen bajo el arco, le “mudaron las vestiduras de damasco que traía, para vestir las de tela” y un niño de doce años, vestido de jilguero, entonó el canto de una loa.

La Virgen de las Nieves ya preparada para la entrada triunfal a la ciudad de Santa Cruz de La Palma la recibía un arco triunfal, bajo el cual descansó, que marcaba, a modo de puerta engalanada, su recorrido lustral de “entrada felice” sobre las andas de viaje llamadas popularmente “silla de París”, recientemente restaurada y en las que en 1964 la Virgen y de las Nieves, Patrona de La Palma, recorrió en peregrinación la geografía insular de La Palma.

Signifiquemos que este es el primer arco del recorrido de la Virgen que recoge la descripción de la Bajada de este lustro. A nuestro entender está cargado de simbolismo de los clásicos arcos triunfales, en el margen derecho del barranco, a la entrada a la población en La Alameda. Curioso parece que, desde la ermita de las Nieves, pasando por El Planto y la Encarnación no figure ningún otro arco al paso de la Virgen.

En esta misma bajada de 1765 se vuelven a encontrar arcos en el interior de los templos y otros lugares el recorrido del retorno de la imagen a su Santuario. Llegado el día de “donde se despidió la Señora. En el principio o entrada de este llano, estaba otro arco de Palacio, mui hermoso, como los demás que se ha dicho”.

La Señora continuó barranco arriba y en la llamada Cueva de la Virgen en cuya “entrada estaba un vistoso arco, con mucho primor compuesto; y, sobre él, estaba el dulce nombre de María entre unas hermosas nubes” y en ese lugar la imagen “hizo pausa, interín que se cantó una Antífona oración”.

La Virgen en su retorno llega al principio de la cuesta de su ermita y la recibe otro arco triunfal “de obra de campo, con el mejor orden compuesto. Toda la cuesta estaba adornada de Ramos y Banderas, y antes de llegar al llano hubo una gran descarga de truenos. Y, luego que fue llegada al llano. Avia un arco mui vistoso, a lo campestre, devajo del qual estaba una meza, donde hizo pausa la Señora, a cuio tiempo se disparavan muchos truenos”.

Pocos años después la antigua costumbre de los enrames en el espacio festivo con ramos y arcos los encontramos en el municipio de Villa de Mazo.

En 1774 después de numerosas vicisitudes la imagen mejicana de Nuestra Señora de los Dolores de la ermita de El Lodero en Villa de Mazo llegó a su destino final. En el Archivo Parroquial de San Blas en el libro de la fundación de la ermita (1759-1870) se describe con detalle el jolgorio y regocijo y entre “gente devota del lugar” y de “otros comarcanos”. El espacio festivo procesional lucía “varios arcos con mucha rama”. El 18 de septiembre de 1774, festividad de los “Dolores Gloriosos”, fue entronizada la imagen de la Virgen de los Dolores en su ermita de El Lodero, Villa de Mazo.

“Hísose prosesión pr el contorno de la hazienda inmediata, en cuyo transito se hizieron varios arcos con todo aseo vestidos, y tres loas a el pasaje de dha prosesión con mucha rama y vanderas de regosijo conque el devoto pueblo quiso significar el goso de esta celebración, gososos de tener en su lugar tan dichosa Prenda”.

Que sepamos esta cita el siglo XVIII es la primera referencia de arcos y enramadas en el municipio de Villa de Mazo, lo que no quiere decir que fuera la primera vez que el “gozo” del pueblo se expresara con arcos triunfales y loas.

En el siglo XIX se conoce una referencia directa de los arcos del Corpus de la villa. Lo recoge el investigador Cirilo Velázquez Ramos en su publicación Historia General de Villa de Mazo (1999) de las actas municipales en la sesión de 18 de agosto de 1895:

“Vista una cuenta suscrita por el secretario de este Cuerpo, de los gastos hechos en un arco y composición de otro para colocar en la plaza, el día de Santísimo Corpus Cristi, [d]el Ayuntamiento y de la tela para dos cortinas que colocaron igualmente en dicho día en las ventanas de las salas Consistoriales; y se acordó: aprobarlas y que se pague con cargo al artículo único del Capitulo once de gastos del presupuesto ordinario vigente”.

Hoy el municipio de Villa de Mazo mantiene esas antiguas enramadas de manera magnífica en los arcos y descansos del Corpus Cristi.

Del barroco con raíces en el Renacimiento los “arcos triunfales”, con el mismo significado alegórico, ayer marcaron la entrada a Santa Cruz de La Palma de la imagen de la Virgen de las Nieves, Patrona de la isla de La Palma. Otro elemento fundamental, entre otros muchos, para la consecución del reconocimiento por UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a los fastos festejos de la Bajada de la Virgen de las Nieves.

*María Victoria Hernández es cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)