Rubalcaba pide a ETA que pase ''a la declaración de la verdad''
El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cree que “no hay novedad” en la entrevista al ex portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, y ha pedido que se pase de las “frases declarativas” a la declaración “de verdad” en la que se pida a ETA que “lo deje”. Además, ha reclamado que se sustituyan las tres letras de “ETA” por las de “FIN” para dar por concluida la violencia porque “no valen treguas”.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Rubalcaba ha dicho que ha leído los titulares de la entrevista realizada a Otegi en el Wall Street Journal y ha apuntado que “no son novedosos”.
“He leído expresiones de Arnaldo Otegi semejantes en las últimas semanas, incluso en los últimos meses, pero lo que hay que tener en cuenta que décadas de hechos tremendos, de muchos asesinatos, no se cierran con dos o tres declaraciones. Por lo tanto, convendría que pasáramos de la frase declarativa a la de verdad, que es que lo dejen, sustituir tres letras por otras tres, las de ETA por FIN, eso es lo que estamos esperando”, ha aseverado.
Robo en Francia
Por ello, ha considerado que, “mientras tanto, este juego de declaraciones merece un silencio prudente”. Además, ha manifestado que, si ETA no habla, será que “estará pensándoselo”, y ha señalado que “por silencio” no puede entenderse que no actúan porque “hace una semana nos ha dejado un regalito navideño en forma de robo, que parece que no es la mejor de las tarjetas de visita”.
“Eso demuestra que están ahí y es difícil compatibilizar esa voluntad que algunos le suponen a ETA de abandonar la lucha armada, con este robo. Por eso, como anticipo, no es el mejor”, ha destacado.
El ministro, que ha dicho que no es partidario de “hacer este tipo de propaganda” que supone hablar “todo el día del comunicado”. “En el fondo hay algo de esto. Yo soy partidario de esperar y ver. Hablar poco y fijarme mucho”, ha indicado.
Treguas
Para Alfredo Pérez Rubalcaba, en el último intento que el Estado español hizo por acabar con la violencia por la vía del diálogo, se demostró que la palabra 'tregua' “no valía nada porque, estando en tregua, se puso una bomba enorme que mató a dos personas”. “Por tanto, ya no vale ni permanente ni indefinida ni verificable. Todo eso tiene un problema, que es la T-4”, ha añadido.
A su juicio, “eso ya no se puede repetir y la culpa la tiene quien sistemáticamente ha reclamado el diálogo para, luego, poner bombas”. “Quien piense que una tregua o un alto el fuego vale para algo, que se lo vaya quitando de la cabeza”, ha indicado.
Sobre los mediadores internacionales, ha dicho que respeta el trabajo de todo el mundo “y más si éste viene acreditado por una voluntad de alcanzar la paz, pero, con toda franqueza, no necesitamos mediadores”.
Tras señalar que los mediadores “están entre las dos partes”, ha apuntado que “nadie les ha llamado a esta mediación”. “Nosotros creemos que la mediación la están haciendo entre Batasuna y ETA, entre las dos partes que, en este momento, discuten”, ha señalado.
Además, ha puntualizado que, “si un día necesitamos mediadores, que no creo, ya lo haremos saber”. También ha afirmado que un alto el fuego no se “verifica de ninguna manera, al menos, tal como pretenden los que están detrás de esa idea de que se verifique”.
“La verificación es sencilla. Las FSE verifican si efectivamente ETA se mueve y no se mueve, y el conjunto de los ciudadanos también verifican porque, si ETA roba, es que no hay alto el fuego”, ha insistido. Pérez Rubalcaba ha señalado que “no nos puede llamar a engaño”, y ha subrayado “ahora lo que se espera de la banda es que se diga 'se acabó', se sustituye ETA por FIN, y ya está”.
Elecciones
El ministro del Interior ha considerado que la izquierda abertzale “puede hacer unos estatutos que cumpla con la Ley de Partidos, pero el problema de fondo” es que Batasuna fue ilegalizada porque se estableció “nítidamente que existía una relación directa entre ETA y Batasuna”.
“Y ésa es la relación que tiene que quebrar y no se quiebra con unos estatutos, sino con hechos. Y, o rompen fehacientemente, y eso significa rechazar cualquier tipo de connivencia con la violencia, o consiguen que ETA rompa definitivamente con la violencia y lo deje. Y ésas son las dos únicas fórmulas que tienen, desde el punto de vista jurídico, de salvar una cosa que está demostrada en los tribunales, que son lo mismo”, ha precisado.
En esta línea, ha indicado que, si Batasuna “ha sido ilegalizado por ser lo mismo, para ser legalizado tiene que dejar de ser lo mismo”.
Por ello, ha manifestado que “el juego de ambigüedad, de que 'me separo, pero no me separo', 'me separo más', 'me separo menos', está bien, uno lo puede seguir con interés, pero eso no arregla el problema”.
Reformas
Alfredo Pérez Rubalcaba ha rechazado que, con las reformas legales que se están aprobando, se pretenda “dificultar el camino a Batasuna hacia la legalidad”, y ha destacado que se quiere “evitar que utilicen resquicios que las leyes siempre tienen”.
“Estoy convencido de que estamos ante el principio del fin de la violencia, pero no por mérito de ETA ni de Batasuna, sino del Estado, de las FSE, de los jueces, fiscales, de los ciudadanos, de los gobiernos, del conjunto de la sociedad española, y especialmente de la vasca, que le ha dicho una y otra vez a ETA 'se acabó', y cada vez con más firmeza”, ha señalado.
Por ello, ha apuntado que se “está en el principio del fin de la violencia”. “Y este principio del fin, después de lo que hemos pagado, sacrificado, de las vidas que la democracia ha tenido, desgraciadamente que pagar, después de esto, no podemos equivocarnos en un momento como éste. Y no equivocarnos significa dos cosas: mantener a toda cosa la unidad de los partidos democráticos, y ser razonablemente desconfiados con quien no merece nuestra confianza”, ha precisado.
Prudencia
En esta línea, ha afirmado que él oye del mundo nacionalista e independentista no violento expresiones de “inmovilismo y hay que hacer cosas”. “Las escucho, las medito, las pienso. Lo que les digo es que no se trata de inmovilismo, sino de prudencia”, ha aseverado.
El vicepresidente primero del Gobierno ha considerado que el Ejecutivo “tiene la suficiente legitimidad para reclamar prudencia”. “Nosotros ya lo intentamos y ya sabemos lo que es hablar con alguien que dice que no tiene pistolas detrás, pero, luego, resulta que, mira por donde, la tenía. Y ese proceso no se va a volver a repetir”, ha reiterado.
En cuanto a la entrevista de la pasada semana a ocho presos críticos con la violencia, ha subrayado éstos dicen que “que no vale una tregua permanente”, sino que “hace falta una voluntad inequívoca de acabar con la violencia, y es un matiz en relación con las posiciones de la ilegalizada Batasuna que merece la pena subrayar”.
“No es posible declarar una tregua si no se tiene la voluntad cierta y contrastada de acabar con todo. Eso es lo que venían a decir y es una frase digna de mención”, ha añadido.
Asimismo, ha recordado que reclamaban su derecho “a utilizar las vías legales que existen en el Código Penal para reinsertarse”, y le decían a la izquierda abertzale que no veían “por qué Batasuna hace referencias permanentes al cumplimiento de la Ley para estar en elecciones y no permite a los presos cumplir la Ley para buscar beneficios penitenciarios”.
A su entender, éste es “un movimiento minoritario, pero tiene una enorme ventaja y es que señala el camino de la Ley”. “La Ley establece fórmulas para que, quien se arrepiente, cumple con su responsabilidad civil y pide perdón a las víctimas, obtengan beneficios penitenciarios”, ha indicado.