Espacio de opinión de Canarias Ahora
Almas bellas
Alma bella es un término multiuso. En el universo hegeliano es un tipo con un tipo de conciencia que le arrincona a solas en su interior y le impide actuar para intervenir sobre la realidad. Alma Bella fue el título de un artículo que Sartre utilizó para expulsar a Camus del parnaso estalinista porque este descubrió en el soviético un régimen criminal. Un reduccionismo torpe de alma bella encuentra a un cobarde.
Alma Bella es recluirse, aunque resulte insoportable en TikTok y no reaccionar ante la pobreza infantil, ni ante el genocidio en Gaza, ni ante la infantil y miserable pobreza de algunos políticos sacudiéndose a niños inmigrantes. Alma Bella es tragarse a Cayetana Álvarez de Toledo, que postula la superioridad moral de Vox sobre la izquierda Frankenstein, siendo la verdad que entre esos apoyos del presidente algunos militaron en el terrorismo y los otros son fascistas de calendario como al parecer acaba de descubrir Clavijo.
Cortázar escribió la historia sobre cronopios y famas. Y de esperanzas. Un cronopio es un biotipo espontáneo y rebelde. Pongamos que hablo de Sánchez, que se hace pasar por Julio Cesar en Shakespeare para constatar que un cobarde muere muchas veces y un valiente solo una vez. Pero morir es distinto de matar y lo peor de Sánchez es que ha dejado malherido al PSOE, miembro solista trascendental de ese conjunto de cámara que es nuestra democracia.
Un fama es un tipo rígido y racional, pusilánime. Pienso en el juez Peinado que ejerce de juez instructor como renacido del código napoleónico. Hace dos siglos en Francia ni el rey se imponía a un juez instructor que interrogaba como quería porque era ese su trabajo y era mera fórmula. Era la grandeza de las instituciones. Al final y a veces el trabajo del juez instructor era solo un gran edificio reducido a cenizas.
También están las esperanzas que son especie aburrida, ignorante e influenciable. Este es Feijóo, comete faltas de ortografía en su moralismo de moral pequeña y tiene que pasar dos veladas de año nuevo en Portugal para divertirse con el tal Marcial que era narco y que es un cronopio de catálogo.
Las Almas bellas en el sueño americano están en el partido demócrata que, petrificado por no tener identidad, no tiene vida y permite que el hombre calabaza hable más de la cuenta de aranceles y de formas autoritarias. Y de separación de poderes. Este tipo intenta reventar el dique institucional que defiende la democracia americana y no encontramos defendiendo al dique a políticos progresistas sino a algunos jueces. El nombre de la novela seguro que es el ruido y la furia porque en esa obra maestra un relator es Benjy, que es disminuido mental. Solo un disminuido mental después de intentar violentar a la democracia americana con el asalto al Capitolio se postula para el Premio Nobel. Todo esto no necesita ser creíble porque es real. Y es posible porque el mundo se ha llenado de almas bellas. Y de algunos disminuidos. Al fin, alma bella somos quien esto escribe y, a lo peor, quien esto lee.