Espacio de opinión de Canarias Ahora
Indemnización por bajas voluntarias: ¿Utopía o derecho laboral?
Hay dos razones generales por las cuales las personas trabajadoras deciden voluntariamente dejar su puesto de trabajo. La primera porque han conseguido uno mejor, donde se les paga mejor o se mejoran condiciones de conciliacioÌn familiar. La segunda, una praÌctica cada vez maÌs extendida en las empresas, porque las personas terminan agotadas de un hostigamiento continuo hasta el punto de abandonar por salud su puesto de trabajo. Es la nueva forma de despido improcedente pero sin despido y sin indemnizacioÌn. UsareÌ un anglicismo para que sea maÌs faÌcil su comprensioÌn y asimilacioÌn de la sociedad, “Resignation Engineering”. La IngenieriÌa de la renuncia, disenÌar todo de tal forma que el empleado sea quien se vaya por su cuenta.
Como dato, el 41% de los accidentes de trabajo mortales se deben a patologiÌas no traumaÌticas (infartos, ictus, etc.) Ya existe una relacioÌn demostrada con la exposicioÌn a riesgos psicosociales que derivan de la organizacioÌn del trabajo. 1
Para miÌ, por si les interesa mi opinioÌn, lo segundo. Derecho Laboral. No lo veamos como una indemnizacioÌn al uso, vamos a considerarlo una herramienta de equilibrio en las fuerzas dentro de las relaciones laborales y, a su vez, escudo de defensa para la clase trabajadora. IntentareÌ ser breve y conciso pero sin saltarme los pasos para poder generar debate, que es de lo que se trata.
Como todos sabemos, las relaciones laborales nacen en el momento que se firma un contrato. La recieÌn nacida relacioÌn ya nace viciada por dos cuestiones baÌsicas, primero porque no somos libres de elegir el trabajo que deseamos. Desde el momento que trabajar no es una opcioÌn, la gran mayoriÌa de la poblacioÌn de este paiÌs tiene que trabajar para poder subsistir, por lo tanto no es una opcioÌn, se pierde la libertad de eleccioÌn. Seguro que nos suena el “estoy buscando trabajo de lo que sea”.
Y segundo motivo porque tuÌ no eres libre para elegir turnos, horarios, diÌas de trabajo, lugar de trabajo, etc. Con suerte se cumpliraÌ con el convenio colectivo, ¡benditos convenios colectivos!, pero el resto se va de tu control de eleccioÌn. Y la necesidad te haraÌ aceptar las condiciones que te pongan por delante, incluso sabiendo que vulneren tus derechos. Por lo tanto, las relaciones laborales nacen desequilibradas.
¿Por queÌ no darle a la clase trabajadora una herramienta que equilibre este desajuste? Yo entiendo que seriÌa de justicia social que una persona pudiera desvincularse de su trabajo desde el momento que la empresa le vuelve su diÌa a diÌa un infierno. En ese momento, si la persona decide extinguir su contrato voluntariamente, deberiÌa poder hacerlo sin enfrentarse a un futuro incierto. DeberiÌa tener una situacioÌn econoÌmica que le permita encontrar otro trabajo, donde pueda priorizar su salud a la necesidad y donde pueda desarrollarse como profesional. No seriÌa lo mismo enfrentarse a una buÌsqueda de empleo con una indemnizacioÌn similar a la del despido improcedente (empecemos a proponer por lo alto) que hacerlo sin nada y con la necesidad de volver a trabajar.
No es solo por el dinero, que nos puede ayudar a la hora de encontrar otro empleo. Esta indemnizacioÌn por baja voluntaria seguramente mejore las relaciones dentro de la empresa para evitar indemnizar a todas las personas que podriÌan querer abandonar voluntariamente. Se evitariÌa el “Resignation Engineering” por el simple hecho que hacerlo le iba a suponer el mismo coste, y todos sabemos que a las empresas les gusta ganar dinero, no perderlo. AhiÌ ya tenemos un punto a favor de todas las partes, se mejorariÌa el ambiente laboral, el respeto dentro de los centros de trabajo, sobre todo cuando hablamos de jerarquiÌa, y cuando la empresa considere que es necesario despedir a alguna persona, por los motivos que estime, pues accederaÌ a la legislacioÌn vigente, de lo contrario le iba a suponer el mismo coste. Esta mejoriÌa interna de la empresa, seguramente, favoreceraÌ a la productividad de las personas trabajadoras y asiÌ se lograriÌa cambiar las dinaÌmicas de muchas empresas que todaviÌa siguen pensando que la explotacioÌn y la precariedad es el uÌnico camino para mejorar y se pondriÌan a trabajar en mejorar realmente a su plantilla para evitar abandonos.
Por otro lado, las praÌcticas que se realizan en ese disenÌo de la renuncia, son estrategias que muchas veces, por no decir la totalidad de las veces, perjudican la salud de la persona afectada. Casi con seguridad esa persona llegaraÌ un momento que, indicada por un meÌdico, se veraÌ sumergida en una incapacidad temporal. Ya aquiÌ tenemos a una persona que su trabajo le ha generado un perjuicio para su salud, que seguramente no quiera volver a su puesto de trabajo, que tendraÌ que volver por necesidad y se veraÌ obligada a un proceso largo de recuperacioÌn para que, una vez incorporada, vuelva todo a empezar. Tener una forma de desvincularse de la empresa y que te permita un tiempo de recuperacioÌn y volver a encontrar empleo en el mercado laboral, seriÌa una mejoriÌa para las plantillas e incluso para las empresas.
“Win/Win”. MaÌs cuidado dentro de la empresa, maÌs respeto, menos incapacidades temporales, maÌs salud y mejor ambiente laboral. SeriÌa una solucioÌn para que muchas empresas comiencen a tratar a sus plantillas como se merecen, como los que generan la riqueza y los beneficios de la misma.
Aunque sea por obligacioÌn, por no gastar dinero, a lo mejor le cogen hasta el gusto de cuidar a sus trabajadores y trabajadoras. LlaÌmenme loco pero a veces tengo todaviÌa esa esperanza.
Hemos normalizado la utopiÌa patronal y de gobiernos de derecha sobre lo que es o no el absentismo, usando los datos torticeramente para intentar convertir una mentira en realidad, para senÌalar de vagos y maleantes a las personas trabajadoras. ¿Por queÌ no vamos a debatir de la “baja voluntaria indemnizada”?
Corren tiempos difiÌciles para la clase obrera en las islas. Es obligacioÌn abrir nuevos espacios de debates que nos den maÌs recursos para poder equilibrar las relaciones laborales. El dejar de pensar en lo mal que te lo estaÌ haciendo pasar tu jefe para que te vayas nos daraÌ la oportunidad de buscar otros objetivos que nos mejore como colectivo. Y colectivizar las luchas es el uÌltimo escaloÌn para poder desequilibrar la balanza de nuestro lado.
Y ahora ¿es utopiÌa pensar en una indemnizacioÌn por baja voluntaria, o simplemente justicia social en un mercado laboral desequilibrado?