Más nunca, basta ya

Salvador Lachica / Salvador Lachica

En los pasillos del Parlamento se instalaron a lo largo de la mañana varias certezas. La primera de ellas es que la campaña del Día de Canarias ha sido diseñada por esos cuatro de cinco ciudadanos que no confían en Paulino Rivero, y que buscan cualquier resquicio para perjudicar su imagen. La segunda constatación es que el Partido Socialista Canario está de oyente en el Ejecutivo del Pacto hasta el punto de que la mano izquierda del Gobierno no se entera de lo que pergeña la derecha.

El burdo manejo para politizar el día institucional de todos los estatutariamente considerados canarios en beneficio de unas siglas partidistas concretas es de tal zafiedad que, del estupor inicial, se pasó al espanto y a la indignación de los representantes políticos que no se cobijan bajo el paraguas de Coalición Canaria.

Un enojo que tuvo su primera eclosión en el Partido Popular, cuyo secretario general, Asier Antona anunció que esta formación “no va a participar en ese día político”.

“Es una vergüenza que el Gobierno de Paulino Rivero haya perdido los escrúpulos para usar el día de todo los canarios como el día de Paulino Rivero y el de Coalición Canaria”, dijo Antona al constatar que el lema institucional escogido por el Ejecutivo regional para la celebración del 30 de mayo, 'Más que nunca', es idéntico al utilizado por CC en su último congreso nacional, aquel que ganaron por los pelos el tándem Rivero-Barragán, frente a los críticos de la 'vieja guardia' liderados por Ricardo Melchior, Manuel Hermoso y Ana Oramas.

Dar explicaciones

Y tras esta ira del PP, el vehemente enfado de los socialistas hasta ese momento instalados en la inopia, y que por boca de su secretario de Organización, Julio Cruz, afirmó que sus socios habían cometido “un error importante” por el que “deberán dar explicaciones los miembros de CC y los del Gobierno”.

La imagen de una cariacontecido Cruz era la viva estampa del ánimo instalado en los socialistas, que casi de forma simultánea al momento en que la polémica sobre la “patrimonialización” del Día de Canariasse extendía como mancha de aceite hirviendo en la Cámara, defendían el llamamiento a una movilización social que dijera “basta a España”, como había dicho Rivero.

Y lo hacía el secretario general y vicepresidente del Gobierno, José Miguel Pérez, frente a la 'bestia negra' del bipartito: Miguel Cabrera Pérez-Camacho.

“Cuatro de cada cinco cosas que el presidente Rivero son estupideces y que vocifere basta España es una provocación a sus socios del Partido Socialista Obrero que se dice Español”, subrayó Pérez-Camacho.

Un “basta” que el líder del PSOE tradujo a soflama contra el presidente del Gobierno de España, que “está destrozando el espíritu constitucional a golpe de decreto” y que incumple las especificidades legales que obligan a mantener un trato especial hacia Canarias por parte del Estado

Minutos después de que Pérez-Camacho exigiera al PSC que “no sean comparsas y cómplices de semejantes barbaridades”, como que Rivero “quiera usurpar el Día de Canarias con un lema institucional que es un lema de su partido”, Cruz tuvo que admitir que la “metida de pata importante” no es fruto de la “casualidad”, como explicaba el nacionalista José Miguel Barragán.

“Hay casualidades que son mucha casualidad”, apostillaba un más que evidentemente contrariado Cruz en el patio de la Cámara, “y que no se las cree nadie, como la de aquel que decía que ganaba la lotería constantemente”, en alusión al ex alcalde y actual senador Miguel Zerolo..

El antecedente de 1993

Y es cierto el aserto del dirigente socialista, sobre todo porque no es la primera vez que CC mezcla churras con merinas y contamina de partidismo la institucionalidad. Ya en 1993, con el primer Gobierno de Manuel Hermoso tras la moción de censura a Jerónimo Saavedra, la Junta Electoral de Las Palmas sancionó a los recién nacidos nacionalistas por la coincidencia “sustancial” entre la publicidad institucional del Día de Canarias y la campaña electoral con la que CC concurrió a las Elecciones Generales.

Una sanción fruto de una denuncia de los entonces recién descabalgados socialistas tras comprobar (con más tino que en la actualidad) la emisión y publicación de la campaña del Día de Canarias ( 0 de mayo) de forma simultánea a la de CC con vistas a los comicios celebrados el 6 de junio de hace 20 años.

Sin embargo, la indignación socialista no llega al extremo de pedir la retirada de la campaña (“es preciso primero conocer la situación y comprobar el gasto que se ha hecho, no sea que se genere más para las arcas autonómicas”) o de no participar en los actos institucionales (“el Día de Canarias no es de CC, del PSC o del PP, se defiende a todos los canarios, independientemente del lema, y es muy importante que los socialistas participemos en los actos institucionales”).

Y aunque a los ojos del PP seguirán siendo “cómplices” de “usurpar” el Día de Canarias para “vergonzoso” beneficio de Rivero y CC, Cruz quiso dejar claro que el PSC “no respalda” el lema porque “mezcla conceptos entre partidos y Gobierno”.

Una situación política embarazosa, sin duda, de cuya salida airosa no tiene garantizado el PSC salir, a menos que se decida el próximo año, como dijo con amargo sarcasmo el diputado Ignacio Álvaro Lavandera, “el lema sea 'Nuevos tiempos”, en clara alusión al slogan del PSOE.

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