Tranquilidad y buenos alimentos
Después de la tormenta siempre llega la calma. No en vano, la marejada que durante el último año ha caracterizado las aguas teldenses, se tornaron este domingo en calma chicha. Quizás sea la resaca de caso Faycán, pero en Telde se respiraba un buen rollito que hasta miedo daba.
No obstante, pese a esta aparente quietud, en algunas urnas del municipio se vivieron momentos de tensión propios de la picardía de los secuaces de unas siglas que, quizás preocupados por la debacle que le auguran las encuentas, no dudaron en quebrantar la Ley. Esto ocurría durante la mañana en Jinámar, donde un interventor de Coalición Canaria se atrevió a pedir el voto para este partido. Serán cosas de la edad...
También despertaron algunas críticas las papeletas de voto que aparecieron a primera hora de este domingo en los parabrisas de algunos coches cercanos a colegios electorales. Algo que, parece ser, está en boga en estos comicios -en los alrededores al antiguo Hospital San Martín, en la calle López Botas de la capital grancanaria también varios coches desayunaron papeletas del CCN-.
Pero no han sido estos los únicos delitos en Telde. Hay, incluso, a quien le gusta tentar a su suerte y pegar plantón cuando ha sido llamado a ejercer como presidente de una mesa electoral. La ausencia del máximo responsable de la mesa A-M retrasó tres cuartos de hora la apertura de estas urnas en el C.P. Poeta Fernando González. “Seguramente tendremos que ir a su casa a detenerlo, porque este señor ha cometido un delito”, comentó el agente municipal de este colegio. Puenting electoral, esto sí que es un deporte de riesgo.