Quince días históricos en Grecia

Grecia continúa siendo el foco de atención entre los países europeos y despierta el interés de los medios a escala mundial. La primera quincena de julio de 2015 ha quedado grabada como una de las más importantes de la historia del país heleno, así como de la Unión Europea desde el momento de su creación. Con más enemigos que aliados, el pueblo griego se ha enfrentado a una comprometida situación política sin precedentes en el ámbito de la Unión.

Primera semana de julio: corralito.

Llego a Grecia el día 29 de junio a la una de la madrugada. Me han ofrecido un trabajo en Atenas y aunque la situación en el país heleno es crítica parece que hay una empresa llamada Teleperformance que ofrece trabajo a españoles que hablen inglés.

Genial. Veo un cartel SUAREZ VIERA AISSA CARMEN, el taxista viene a por mí. Después de intercambiar unas palabras comenzamos rápidamente hablar de lo obvio. La situación política del país. “Hay una cola enorme para sacar dinero, ¿la has visto?” Pero no me había fijado estaba demasiado nerviosa. “La gente está asustada”, lamenta. A partir de mañana solo se podrán sacar 60 euros de los cajeros por día. “¡Entonces he llegado en el mejor momento!”

Ciertamente, había oído hablar de que esto podría pasar pero uno ha sabido a lo largo del tiempo distinguir entre el alarmismo como propaganda política y la realidad. “Probablemente, pura propaganda de la oposición”, pensaba. Pero uno no sabe que estas cosas también te pueden pasar ti.

“¿Has sacado ya tu dinero?” Le pregunto indiscretamente al taxista que me mira con una sonrisa y me dice “no tengo dinero, yo no tengo nada que perder”. Después me comenta que para él la situación en Grecia era insostenible, mantiene la opinión de que lo mejor sería seguir perteneciendo a la UE, pero “no bajo estas condiciones”, recalca.

Llegué al hotel y se confirmaba la noticia. Corralito. Multitud de mensajes recorrían internet avisando de que los bancos y cajeros estarían cerrados todo el día siguiente y no se sabía si la situación seguirá así hasta el día 7 de julio, día del referéndum.

Pienso que con todo, Atenas es preciosa. Esa noche pensaba en que cuidaría como oro esos 15 euros que llevaba en la cartera “póntelo en una bolsita colgando dentro del pantalón o de la camiseta”, consejos de madre que seguiría al pie de la letra.

Dos días más tarde, esperando el tranvía, una señora mayor de alrededor 70 años trata de comunicarse conmigo en griego. “I don't speak Greek” trato de hacerle entender. Para mi sorpresa muchas de las personas mayores con las que me he encontrado en este país hablan suficiente inglés como para mantener una conversación simple. Me cuenta que tiene que comprar algo en el kiosko de la esquina que si le puedo guardar el carro de la compra. Al volver con esa sorprendente cercanía que caracteriza a la gente de aquí me había comprado caramelos. Después de unos minutos hablando de la situación del país (largos minutos, la rapidez del transporte público no es un fuerte por esta zona) me cuenta que las condiciones que ha puesto Europa en su país no pueden aceptarse pero el  problema es que nadie mira por el bien común, todo el mundo está demasiado centrado en sí mismo. “¿Sabes quién es el culpable de todo esto?” La miro entusiasmada. Yo también quiero saber quién es el culpable de todo esto. “El capitalismo”, sentencia.

Entramos al tren entre la multitud y cuando debe bajarse en su parada me dice desde lejos: “Adiós, no te olvidaré”.  Después de haber estado largo tiempo viviendo con la frialdad de Londres puedo confirmar que me encanta la calidez de este pueblo.

Sara Gaviña, procedente de Gran Canaria, ha llegado como yo recientemente a Grecia. Y al igual que me sucedió a mí recibió varios consejos de su familia que ahora me comenta de manera divertida: “Me dijeron que fuera precavida y que saliera corriendo si veía que la situación se ponía peor” (Sara Gaviña).

Su primera impresión sobre Grecia ha sido la de encontrarse en un país que visiblemente ha atravesado muchos problemas económicos:

“Tengo de costumbre que cada vez que visito un país que me está dando la oportunidad de trabajar no criticarlo, pero siendo objetiva puedo decir que Atenas, por lo que he visto es una ciudad que se nota que ha vivido crisis económicas. Fachadas deterioradas, se nota mucho el paso del tiempo y el poco dinero que han invertido los políticos en embellecer un poco un lugar que atrae mucho turismo” (Sara Gaviña).

Sobre la situación política Sara advierte que únicamente conoce lo que ha visto en los medios de comunicación ya que ella es nueva en Grecia: “Sé lo que sale en televisión, malas gestiones políticas, corrupción, etc. un país muy al estilo de España pero creo que se ha llevado la peor parte de la crisis gracias a sus políticos”.

Marios Kristalis es ingeniero y vive en Atenas. En su opinión desde hace veinte años los políticos griegos han estado robado el dinero de la gente. Desde su punto de vista se han dedicado a hacer grandes inversiones públicas para quedarse parte de las mismas. “Era como una monarquía, con sus herederos y concentración del poder, perpetuaban un sistema para su beneficio”. Kristalis confía en que Syriza haga algo diferente, porque este partido, en su opinión, mira por la gente y no están sólo preocupados en mantener su cargo.

En este sentido para Estefanía los jóvenes son los que promueven el cambio en Grecia, “ya la gente no se divide por ideología de acuerdo a su dinero o clase social, sino por su edad. Los jóvenes no piensan como la gente mayor”. Ella considera que la juventud tiene ganas de un cambio y son los que están abriendo las vías para que esto sea posible.

Por su parte Sara cataloga de populistas muchos de los mensajes que Syriza transmite, “el discurso populista nunca será una opción política para mí. Así que pienso que lo mejor para Grecia es seguir en Europa”.

Marios advierte en este sentido que los medios de comunicación han puesto mucho énfasis en relacionar el NO (de opción de respuesta en el referendum) con la salida de la Unión Europea. Pero la realidad para él es que “los griegos queremos estar dentro de Europa lo que tenemos que llegar a un acuerdo con otras condiciones”.

Ioannis Zogopoulos vive en Atenas actualmente, posee un buen nivel de español porque fue estudiante de Erasmus en Barcelona. Su opinión sobre el partido regente también es positiva, sin embargo, considera que incluso dentro del partido están divididos lo cual genera incoherencia y ciertas contradicciones en sus mensajes a través de los medios.

Mayoritariamente, los griegos con los que he tenido ocasión de compartir impresiones apoyan al gobierno de Syriza, o sino directamente al partido, al menos a la idea que sustentan de no aceptar las condiciones europeas. Teniendo en cuenta la gran amenaza que ha supuesto el cierre de bancos y el corralito, sumado al gran interrogante que tienen acerca de su futuro, estas personas parecen no afligirse y permanecen con una opinión inmune a la coacción externa.

Relaciones con Europa y España.

“Para Europa, Grecia sólo es una carga. Sin embargo, no está siendo cómodo deshacerse de nosotros” (Ioannis Zogopoulos).

Esta cita expresa perfectamente el sentimiento de muchos griegos acerca de la lejanía con el continente, su conciencia de proscritos, pero manteniendo en alza sus ganas de luchar.

Marios explica que Europa está utilizando al gobierno griego para obtener beneficio económico, “quieren abrir mercados, pero no para el bien de Grecia, ellos se quedan con el dinero. Por ejemplo, privatizan la electricidad” (Este no es un ejemplo al azar es una de las condiciones que Europa propone al gobierno Griego tal y como publicó el diario neoyorquino Politico). “Eso no es bueno para el país. Luego invertirán ese dinero en sus industrias de otros países o EE.UU, no pagan impuestos... quiero decir, no es más dinero para Grecia”.

Miguel Ortín, procedente de Murcia, trabaja como colaborador en el magazine digital LaGonzo.es.  Se desplazó a Grecia para cubrir la noticia del referéndum. Desde su punto de vista “el norte de Europa no tiene alma. Gobiernan países y Europa como si fueran empresas”. Aunque Miguel considera que las propuestas de la Unión Europea a Grecia eran exageradas en el ámbito social, sostiene que en el ámbito financiero eran aceptables. “2% de interés es muy poco y no empezar hasta dentro de 30 años más que razonable”.

En cambio para Marios las propuestas sometidas a referéndum “era hacer lo mismo que se estaba haciendo antes, con muy pocos cambios que ni si quiera se acercan a lo que es la solución del problema”.

En España el discurso que mantiene el gobierno es el de la Grecia del despilfarro: “En una comunidad de vecinos lo que no puedo aparecer es en la junta de la Comunidad diciendo que por votación entre mis hijos y mi mujer hemos decidido que no vamos a pagar todas las cuotas que debemos, que vamos a ampliar la terraza, que vamos a seguir sin pagar las cuotas de los años futuros y a cambio se nos tiene que seguir dando dinero” (Margallo, Ministro de Exteriores).

Marios califica este tipo de discurso de engañoso. “No es culpa de los griegos, es asunto de los políticos. No somos responsables de lo que los políticos hicieron mal y la gente está pagando por eso”.

Uno de los taxistas con los que tuve oportunidad de hablar durante el tiempo que duraba mi viaje también se sentía muy ofendido con el mensaje de que Grecia es un país de derroche, o que en Grecia hay un alto nivel de evasión de impuestos entre el ciudadano medio. Se indignaba mientras me decía. “El año pasado casi un 50% de lo que gané se lo ha llevado el gobierno, ¿a caso es eso justo? No tenemos dinero y el poco que tenemos lo tenemos que dar ¿y dónde está ese dinero? Después nos acusan de que haya gente que evade impuestos”.

Sara Gaviña lamenta la imagen con la que es percibida Grecia y España, “creo que Europa está plagada de prejuicios y los griegos comparten con los españoles que los demás países europeos los vean como los mantenidos de Europa”.

Resulta cuanto menos curioso el discurso que mantiene el gobierno español respecto al país heleno teniendo en cuenta la similitud entre las políticas seguidas por ambos gobiernos (español y  griego) así como la imagen que ambos proyectan en Europa. Varoufakis afirmaba en su entrevista del día 13 de Julio para NewStatesman: “Desde el primer momento los otros países endeudados fueron nuestros más acérrimos enemigos”.

Ioannis, enterado de la política española, explica por qué Rajoy no colabora con Syriza aunque esto beneficie a la población, “No se siente cómodo apoyando a un gobierno de izquierdas”. Razón por la que se explicaría el discurso del gobierno del PP, “cada ataque a Tsipras no es a Tsipras, es a Podemos” comparte Miguel Ortín.

En relación al futuro de España Ioannis vislumbra una colaboración entre Syriza y Podemos, en el caso de que ganara las elecciones. Opina que “son equivalentes” y que debido al parecido coyuntural por el que atraviesan ambos países “lo que pasa en Grecia podría pasar en España” (Ioannis Zogopoulos).

Sergio, barcelonés de 22 años también acaba de llegar a Grecia. Igualmente piensa que Grecia y España poseen una situación muy semejante, pero le parece que en nuestro país nunca se tomarían las decisiones que ahora está tomando Grecia porque, según sus palabras, “en España no hay tantos huevos”. Sergio explica que existen varias facetas de Podemos con las que está en desacuerdo, sin embargo afirma en este sentido, que las viejas opciones políticas no son una opción ahora mismo.

5 de Julio: Referendum en Grecia: el pueblo habla y da la victoria al OXI.

Los medios de comunicación

Mi casera a pesar de su edad, como he dicho, para mi sorpresa habla un poquito inglés como tantas otras personas con las que he tenido el gusto de hablar y sobrepasan los 60-70 años. Ella tiene espíritu cariñoso de una madre que acabas de conocer y ya te da todo lo que tiene. Me invita a su casa y tomamos café justo en el momento en que su nuera llega de votar en el referéndum. Después de contarnos cómo vivió este día explica que todo ha sido muy rápido, y que la gente está desinformada. Lanzó una dura crítica a los medios de comunicación, los cuales en su opinión no clarificaban nada sino que al contrario, “intentan confundir a la gente”.

La valoración de las personas que he entrevistado respecto a los medios de comunicación es muy negativa. Marios explica indignado que hay una clara campaña contra el gobierno de Syriza y que son mensajes que constantemente apoyan a los gobiernos anteriores. “Aparecen los líderes políticos de hace cinco o diez años para decirnos que apoyáramos el SÍ en el referéndum ¿por qué siguen saliendo en la tele gente que nos trajo a esta situación a decirnos lo que debemos hacer? ¿Creen que somos tontos? Creen que somos estúpidos, la televisión en este país es un lavado de cerebro” (Marios Kristalis).

En el caso de España muchos medios de comunicación han tratado de dar una visión de Grecia dividida y de conflictos callejeros.  Pablo Casado incluso anunciaba el día 7 de Julio durante los cursos de Verano de La Universidad Complutense de Madrid en el Escorial que en Grecia “se ha desatado una ola de atracos y violencia”. Una noticia que de acuerdo con un artículo publicado al día siguiente por elplural.com, ya ha desmentido el Ministerio de Seguridad al Ciudadano griego.

Sergio ha dicho: “Tienen que hacer una larga cola para sacar dinero del cajero pero no se alteran, ellos saben por qué los cajeros están cerrados. El enemigo no lo tienen dentro. Están juntos contra un enemigo externo”.

MªJosé Ruiz, de padre griego pero residente en Grecia, desde hace dos años frente a este tipo de opiniones me informa de que “incluso en la semana que había mas tensión no ha pasado nada, es increíble como se han comportado, yo llevo una semana diciéndolo, si esto pasa en España, nos metemos en la segunda guerra civil”.

Sentimientos encontrados después del referéndum

Salí del hogar de mi casera con una sensación extraña. La familia estaba de acuerdo con que se hiciera el referéndum y sin embargo, el desánimo era el sentimiento predominante ¿por qué no estabas felices? “Les estaban dejando decidir, deberían estar entusiasmados” pensaba.

Intento que Ioannis y Marios me expliquen estos sentimientos aparentemente contradictorios para mí.

Ioannis dice sentir miedo de lo que queda por venir. “Me da miedo lo que va a pasar. Mi decisión llega hasta el referéndum. El mensaje está claro y supongo que ellos respetarán nuestra decisión. Todo lo demás depende del resto de los miembros de Europa y cómo van a negociar”.

Por su parte Marios se pronuncia con una actitud muy triste: “Todo irá a peor. Hay demasiados enemigos”. Pero trato de insistirle “¿Incluso habiendo ganado el NO? ¿no es lo que quería el pueblo griego?”.

Estefanía Brigada es la novia de Marios, también residente en Grecia de origen panameño e intenta explicarme: “No nos dejarán ganar. Europa siempre encontrará algo, harán un nuevo referéndum si hace falta. No nos dejaran ganar nunca”.

Marios continua explicando el motivo de su desánimo: “Siempre he visto que las cosas van mal, no tengo esperanza. La gente olvidará y volverá a votar a los mismos por miedo”.

La solución para ambos a este problema consiste en seguir dentro de Europa pero con unas condiciones dignas. “Volver al dragma no es una solución, lo hubiera sido hace cinco años pero no ahora”, explica Marios. “Ahora hace falta un cambio drástico, eliminar el sistema corrupto, mantener gente de confianza como Varufakis”.

Marios considera que la situación política de este país es desesperada: “Esta es nuestra última carta a jugar si falla ¿a quíen votaríamos? ¿al partido nazi?”.

Entiendo que para muchos españoles Grecia está siendo un ejemplo de democracia. Celebramos y aplaudimos los resultados del referéndum como ellos hicieron a lo grande en Sintagma. Sin embargo, los españoles nos encontramos en la distancia y no percibimos el sentimiento de estar en una olla a presión a punto de explotar.

Varoufakis ¿lección de dignidad o ejemplo de cobardía?

La dimisión de Varoufakis ha creado un revuelo de opiniones dentro y fuera de Grecia. Los que consideran que ha representado un ejemplo de honestidad e integridad con su ida: “Honor a Yanis Varufakis que renuncia en medio de la victoria” twittea Llamazares el día en que el ministro de economía hacía pública su decisión. Y los que aclaman que ha huido de la tormenta que se avecinaba: “Dimite Varoufakis. ¿Escapando del barco antes de su hundimiento?” reza el tweet de Juán Ramón Rallo.

Para Ioannis la clave es que “no creaba confianza. Ha estado obligado a dimitir por su partido, necesitaban a una persona nueva para negociar”.

En la misma línea se mantiene Miguel “pues que se fue porque Tsipras lo quitó de las negociaciones con él negociando el acuerdo hubiera sido imposible (...) no lo consideraban un interlocutor válido”.

Sin embargo, Marios siente tristeza por su ida. Considera que era una persona en la que se podía confiar en las negociaciones, “espero que a partir de ahora todas las decisiones que tomen estén controladas por Tsipras que también es un señor leal al pueblo”.

Después de varios días con la incógnita de por qué Varufakis dimitió, y en qué circunstancias, el mediático ex-ministro de finanzas griego ha salido a la palestra: “Entré eufórico en la oficina del primer ministro. Estaba viajando en una bonita nube empujada por hermosos vientos de entusiasmo público por la victoria de la democracia griega en el referéndum. En el momento en el que entré en la oficina ministerial, sentí inmediatamente un sentimiento de resignación, una atmósfera cargada negativamente. Me choqué con un aire de derrota, que era completamente opuesto con lo que estaba pasando fuera”, explicó. “En ese momento tuve que decirle al primer ministro: 'Si quieres usar el zumbido de la democracia que hay fuera de este edificio, puedes contar conmigo. Pero si por otro lado sientes que no puedes gestionar este majestuoso 'no' frente una proposición irracional de nuestros socios europeos, simplemente me voy a ir esta noche”.

De modo que Varufakis, atendiendo a su versión de los acontecimientos, ha desmentido las opiniones acerca de una presunta expulsión estratégicamente por parte del partido, o de que su dimisión se debiera a una demanda por parte de la UE. El ex ministro de finanzas, que ahora mantiene una actitud más liberada, habla sin pelos en la lengua y envía un mensaje firme y condenatorio: “La reciente cumbre del euro es nada menos que la culminación de un golpe de Estado”.

13 de JULIO: Imposición del SÍ. Syriza firma el acuerdo con la Unión Europea.

El país está conmocionado. La noticia llega a todas las calles, hogares, cafés, oficinas...  Ya es definitivo. Tsipras ha aceptado las condiciones que ha impuesto la Troika. Condiciones que han se han tornado más estrictas y asfixiantes.

No se habla de otra cosa. El sentimiento de incredulidad e impotencia es dominante. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué Tsipras ha aceptado unas condiciones aún más opresivas teniendo en cuenta que el pueblo griego ya se había pronunciado? ¿Ha traicionado Tsipras la voluntad de su pueblo?

Mario no lo considera así. “No había alternativa para el gobierno griego. Ellos llevaron las negociaciones al límite y cerraron un mal acuerdo, pero no se le puede culpar a él”. Insiste en la idea de que Syriza sigue siendo la mejor opción. “El gobierno de Tsipras no es perfecto y ha cometido muchos errores pero es diez veces mejor que los gobiernos anteriores”.

“Es como vivir en un avión con permanentes turbulencias. Creemos en nuestro piloto. Pero igual tienes miedo que la turbulencia sea demasiado fuerte”. Estefanía también rompe una lanza por Tsipras y enfurecida con la nueva noticia dirige su enfado hacia Europa: “Estoy muy enojada con Europa. Con el NO en el referéndum logramos crear un pequeño temblor, y Alemania por querer proteger su imagen de ”nación dura“ puso condiciones imposibles. No tiene sentido lo que ha hecho. ¿Por qué ha endurecido las condiciones en 5 días? Es como un castigo de un padre enojado. Nada más”. Respecto a la posición actual de Grecia explica afligida “Los griegos están en condiciones de adolescentes con la razón en la mano, rebeldes y con la fuerza en un primer momento. Ahora, luego del enésimo castigo,  lloramos y rogamos que entren en razón y lógica” (Estefanía Brigada).

Ioannis en cambio si se siente enfadado con el gobierno. “Corre el rumor de que Syriza no quería que ganara el NO aunque en un principio lo apoyaron, porque sabían que no iban a poder llevarlo a cabo. Pero ¿por qué nos han hecho ir a votar y todo este esfuerzo MENTAL que nos ha costado?”

Por otro lado Miguel Ortín asegura que el referéndum no era válido desde un primer momento argumentando que ya Europa había retirado esas condiciones a la espera de una nueva negociación puesto que se había pasado la fecha del pago. Además añade que el referéndum, en las condiciones que se organizó, era inconstitucional en Grecia “porque se convoca con menos de una semana desde la convocatoria a la votación y de acuerdo a la ley griega e incluso a varias leyes internacionales ese referéndum no es válido. Fue una muy buena idea muy mal ejecutada”.

Ahora mismo muchos son los que temen un estallido de violencia en el país en contra de la decisión del gobierno. Sin embargo Mario no lo ve de este modo. “Nadie saldría a la calle a protestar. Todos lo sostenemos” dice refiriéndose a Syriza.

Estefanía apoya este razonamiento: “Si saldremos [a la calle] será con letreros en alemán. No iremos a romper vitrinas y a rebelarnos contra Syriza. Solitamente los jóvenes salen a la calle y Syriza tiene el sostén justo de los jóvenes”.

Estas decisiones han hecho alejarse al pueblo griego de la concepción de Europa. “Notas que hablamos de Europa como algo lejano, apartado. No nos sentimos incluso en esta Europa. La queremos. Pero nos tratan de extranjeros en la Europa que nosotros también construimos”

La sensación que muchos tienen es que Grecia ha quedado olvidada como parte activa de Europa cuando es un miembro más. María José Ruiz anunciaba con tono provocativo la semana de la incertidumbre por el referéndum: “Si echan a Grecia, como mínimo que le devuelvan el nombre” (María José Ruiz).

Nuevo ciclo en Grecia después de las negociaciones.   

La votación en el Parlamento griego el 15 de julio da un giro a esta tragedia griega, apenas tres días después del referéndum: se acepta el rescate a Grecia bajo las condiciones europeas. Entremedias, queda en entredicho la unión de los miembros del partido gobernante, donde 32 de los 149 diputados votaron por el “no” y otros 6 se abstuvieron en la votación.

A pocos días desde la firma del acuerdo las medidas comienzan a sentirse duramente. Los españoles que viven en Atenas lo confirman, sobre todo, en cuanto a los precios.

Sonia Cuesta es de Burgos y actualmente reside en Atenas.Explica que “se nota mucho la subida de los precios por la subida del IVA, pero eso sí, los salarios no suben”.

Manuela Moore es su compañera de trabajo y apoya esta opinión, “yo he notado al comer fuera que hace sólo 10 días me compraba un ”souvlaqui“ [plato típico griego] a 1,80 euros, que era el precio oficial y ahora sale a 2,30. Eso se va notando al final”.

A Dimitris Kritikakos lo conocí en el hotel en el que me alojaba la primera semana. Su buen talante hizo que rápidamente mis compañeras y yo mantuviéramos una estrecha relación con él en pocos días. Sin embargo, ahora me cuenta que teme perder su trabajo. La subida de los precios está haciendo tambalear muchos comercios. Anteriormente “iba a tomar un café por 2,80 y ahora el mismo café vale 3,20”. Entiende que la gente va a dejar de consumir. Su puesto de trabajo ya era inseguro anteriormente, ahora con los nuevos cambios no ve su futuro claro dentro del hotel. Explica apenado, que teme volver al paro como estuvo tantos años anteriormente.

Los entrevistados coinciden que esta subida de los productos es injusta, principalmente, por la situación económica de los griegos en estos momentos. Manuela comenta que no se puede hacer pagar el mismo impuesto a todo el mundo sin tener en cuenta la renta. Además, compara los precios entre España y Grecia. Le parece incoherente “cómo en un país donde el salario mínimo es mucho menor que en España se debe pagar más por productos de consumo básico”. Según su experiencia personal “comprar en mercado ya sale super caro aquí en Grecia. En Madrid me salía mucho más barato (...) Sin embargo, aquí incluso la leche es cara”. Manuela posee nacionalidad española y venezolana, aunque la mayor parte de su vida se ha desarrollado en Venezuela. Muchos aspectos de la vida en Grecia le están recordando a su país de origen. “Es como vivir en Venezuela. En Venezuela con el sueldo mínimo no te da ni para comprar la cesta básica. Allá es así y aquí está empezando a ser así. No tiene sentido, no se puede vivir con un sueldo mínimo”.

Sin embargo, Dimitris apoya que Syriza haya aceptado el acuerdo. “Syriza no podía hacer nada más, era esto o estar fuera de Europa”.

No obstante, aunque Syriza haya cambiado, al menos temporalmente, su estrategia de hacer frente a la política de la Unión Europea, ha quedado algún cabo suelto que aún mantiene la idea de hacer frente a la austeridad como forma de pago. Hablamos de todos aquellos griegos que siguen sin aceptar el acuerdo, y por supuesto, de Varufakis, blanco de todos los ataques habidos y por haber. El mismo Varufakis ya lo advertía al periodista Luis Martín en Canarias Ahora : “Quienes dieron el golpe de Estado quieren juzgarme por traición”..

Los diarios en España también se hacen eco de una noticia publicada por el diario italiano Il Fatto Quotidiano, acerca de la intención del ex ministro de economía por crear un nuevo partido de alcance europeo llamado Alianza Europea. Lo cual deja aún más en evidencia su deserción de las decisiones de Syriza en el último mes.

Sonia abraza con alegría esta noticia. “Me parece bien. Alguien tiene que plantar cara a Alemania, la UE ya es todo menos una democracia”. Manuela opina “es un hombre fiel a sus principios, esta decisión me hace estimarle aún más”.

Después de esta temporada en Grecia he tenido muy presente unas palabras que me dijo un señor muy sabio, mi padre: “Ten cuidado de lo que hablas de política ahí, de política se habla en el país de uno”.

Yo creo que con motivo de que no soy griega y de que probablemente no sufra tan directamente las consecuencias de las decisiones que se tomaban, no entendía el estado de ánimo pesimista que aún tenía el pueblo incluso habiendo ganado el referéndum. Ahora, que vivo el miedo entre la gente, y por supuesto, que pago (dicen por ahí, es fácil tener dignidad cuando tienes dinero) lo entiendo un poco mejor.

Solo puedo citar la frase célebre de Rosa Luxemburgo  “Quien no se mueve, no siente las cadenas”. En estos quince días históricos de Grecia, hubo quién se revolvía haciendo temblar el suelo de toda Europa. Y aunque parece que una fuerza superior, como si de una ley de la naturaleza se tratase, haya puesto con un puñetazo en la mesa todo en orden, si miras con atención a veces sientes algo en Europa que “sin embargo, se mueve”.

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