Los vecinos de Las Caletas y el alcalde de Teguise piden el traslado de la central eléctrica
Los vecinos de Las Caletas están condenados al ruido. En las áreas residenciales de Arrecife la ordenanza municipal establece con claridad que, de noche, no se pueden superar los 45 decibelios, para permitir el descanso de los ciudadanos. Un exhaustivo estudio de la Universidad de Las Palmas concluye que en Las Caletas, por el elevado nivel de ruido de la central eléctrica de Endesa, se “superan los límites establecidos” y, por tanto, “no cumple con la normativa vigente”.
El calvario de los vecinos de Las Caletas, localidad dividida entre los municipios de Arrecife y Teguise, está de actualidad con la revisión del Plan General de Ordenación (PGO) de la capital de la Isla. Los residentes agrupados en la Asociación Las Caletas para la defensa del medio ambiente (Acapam), y el alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, han presentado alegaciones contra la ordenación que el planeamiento recoge para la central eléctrica.
El Tribunal Supremo anuló el año pasado la autorización ambiental concedida por el Gobierno de Canarias en 2008 que pretendía “legalizar” la central y dos nuevos grupos diésel (el noveno y el décimo, de 18.000 Kilowatios cada uno). El Supremo no tuvo en cuenta los recursos ni del Ejecutivo regional ni de Endesa y dio la razón a los vecinos de Las Caletas, que han venido impugnando en los tribunales cada ampliación que ha ido efectuando la compañía eléctrica.
En el Plan Insular de Ordenación (PIO) de 1991, que es el que sigue estando en vigor, se planteaba “la necesidad de una nueva central a medio plazo” en otro emplazamiento y se exigía la aprobación de un Plan Especial para efectuar ampliaciones en la central eléctrica, requisitos que no se han tenido en cuenta para las sucesivas instalaciones de nuevos equipos, desde el tercer grupo diésel en adelante.
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