El jurado declara culpable de asesinato al acusado del crimen del cámping Bea
El joven Cristo M.B. fue declarado este jueves culpable de asesinato por la muerte de Armando F. en mayo de 2005 en el cámping Bea del sur de Gran Canaria, según veredicto leído por el tribunal popular.
Durante la vista oral, el acusado aseguró que la muerte de Armando F. se produjo de forma accidental al romperse la cama sobre la que transcurrió el enfrentamiento. El jurado, sin embargo, consideró probado que, al día siguiente de un enfrentamiento entre jóvenes en una caravana del cámping, el agresor cogió un cuchillo a sabiendas de que el Armando F. iba a entrar en la caravana para reprenderlo por su comportamiento de la noche anterior.
Cristo M.B. se escondió y esperó a Armando F. y, cuando entró y sin que pudiera defenderse, lo agarró por detrás, le rodeó el cuello con el brazo izquierdo, y le clavó dos veces el cuchillo. El jurado explicó que las heridas en las manos del fallecido se pudieron deber al querer evadir el ataque del agresor, que se produjo por la espalda y por sorpresa.
Asimismo, considera probado que Orlando P., declarado culpable de encubrimiento, en vez de auxiliar a la víctima, cogió el coche con el propósito de favorecer la fuga del acusado. El fallecimiento de Armando F. se produjo por las dos puñaladas que recibió, una de 3,5 y otra de 4 centímetros de longitud y 20 centímetros de profundidad, que desencadenaron un hemo-neumotórax tras haberle seccionado uno de sus pulmones en su totalidad.
Por todo ello, Cristo M.B. fue declarado culpable de asesinato, y no de homicidio, por lo que el fiscal pide 16 años de prisión, la acusación particular el máximo previsto por la ley (20 años) y la defensa el mínimo (15), aunque avanzó que recurrirá el caso. Para Orlando P., culpable de encubrimiento, la fiscal pide 2 años de cárcel, la acusación particular 3 y la defensa 6 meses, aunque también recurrirá.
El jurado consideró oportuno que, en el caso del encubridor, la ejecución de la pena sea suspendida si no tiene antecedentes penales, a lo que no se opuso la fiscal pero sí la acusación particular por la gravedad de los hechos. La acusación particular solicita una indemnización para la familia de la víctima, que tenía pareja de hecho y una hija de dos años, de 180.000 euros, mientras que la fiscal la mantuvo en 90.000 euros.
El juez declaró el juicio visto para sentencia y, en los próximos días, dará a conocer las penas.