La delegada del Gobierno califica de “anécdota” rociar con agua bendita las nuevas motos de la Guardia Civil
La delegada del Gobierno de España en Canarias, Mercedes Roldós, ha “lamentado” que la polémica surgida por la bendición de las nuevas motos destinadas a la Guardia Civil en Tenerife haya eclipsado “una noticia tan positiva” como la mejora de sus medios por una “anécdota”.
“Creo que la noticia tiene que ser que dotamos a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de más y mejor material”, ha sostenido Roldós, que, por ello, ha mostrado su desacuerdo con el hecho de que la presentación de esos nuevos vehículos, “al final, se quede en una anécdota que no tiene la mayor importancia”, a su entender.
Como prueba de ello, la delegada del Gobierno ha rememorado que cuando las motos se mostraron en Tenerife, en un acto que ella presidió, “nadie se quejó, ni guardias civiles ni medios de comunicación tuvieron el menor reparo” a que fueran rociadas con agua bendita.
Por ello, ha insistido en su disconformidad con el eco que han tenido las críticas que ha difundido respecto a la iniciativa la Asociación Unificada de Guardias Civiles, que se ha mostrado contraria a que se mantenga el “apego” del Instituto Armado “al rancio boato de las bendiciones”.
Además, Roldós, que ha hecho estas declaraciones a preguntas de periodistas tras clausurar en Gran Canaria una jornada informativa sobre la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo, ha opinado que lo ocurrido no es algo anormal, porque “vivimos en un país donde es verdad que nuestra Constitución dice que es aconfesional, que no laico, pero también que somos un país de mayoría católica”.
Y más aún cuando, por ejemplo, en las fiestas de la Patrona de Gran Canaria “yo veo a todo el mundo ir a la Virgen del Pino, con independencia de lo que sea cada uno”, ha apostillado.