Tras el fiasco del último concurso, el Hospital Insular de Gran Canaria aumenta un 37% el presupuesto de limpieza

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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La gerencia del Complejo Hospitalario Insular- Materno Infantil de Gran Canaria (CHUIMI) ha vuelto a sacar a concurso el servicio de limpieza de los edificios principales y de otros centros sanitarios dependientes (de especialidades, salud mental o el almacén general).

La dirección del complejo ha publicado la nueva licitación casi diez meses después de haber tenido que declarar desierta la anterior, convocada a finales de 2024, porque ninguna empresa presentó oferta por un error de cálculo de la administración.

En el concurso declarado desierto, el valor estimado del contrato era de 42.2 millones de euros (sin IGIC) por cinco años, incluyendo prórrogas y ampliaciones presupuestarias.

Dos asociaciones de empresarios del sector llevaron esos pliegos al Tribunal Administrativo de Contratos Públicos de Canarias. Entre otras razones, porque el Servicio Canario de Salud (SCS) no había tenido en cuenta las últimas actualizaciones del convenio sectorial ni había calculado de forma correcta las horas necesarias para garantizar las denominadas presencias mínimas, el número mínimo de trabajadores para prestar el servicio en cada momento.

Antes de que el tribunal de contratos pudiera resolver, finalizó el plazo para la presentación de ofertas y, como era de esperar, ninguna licitadora concurrió, lo que obligó a la administración a declarar desierto el concurso. A pesar de la pérdida sobrevenida del objeto del recurso, el TACP respondió para evitar que los servicios de contratación del hospital volvieran a incurrir en esos errores en futuras licitaciones.

En esa resolución, el tribunal subrayaba la necesidad de “revisar las presencias mínimas exigidas” en el futuro concurso o corregir los salarios consignados para la categoría de limpiador o limpiadora, así como para los responsables de equipo o especialista. “Todo ello debe ser trasladado al nuevo estudio económico a realizar del que deriven el presupuesto base de licitación y el valor estimado del contrato”, sentenciaba.

Por ello, en el nuevo concurso, publicado este mismo mes de octubre, el valor estimado del contrato asciende a los 57,7 millones de euros por el mismo periodo (tres iniciales más dos prórrogas y ampliaciones). Es decir, unos tres millones de euros más por ejercicio. En términos porcentuales, el incremento es del 37%.

De ese aumento de aproximadamente quince millones y medio de euros, más de diez corresponden al capítulo de personal. En la primera licitación, convocada a principios de años, este apartado constituía el 76,5% del presupuesto. Es decir, unos 32 millones de euros para el lustro. A diferencia de la anterior, la nueva convocatoria sí desgrana el presupuesto para personal de los tres primeros años (24,9 millones) y de los otros dos de prórroga con la posibilidad de ampliaciones (17,9 millones). En total, por tanto, la cifra asciende a 42,8 millones.

El resto es para pagar materiales, utillaje, equipamiento, gastos de gestión y estructurales y el correspondiente beneficio industrial.

En esta ocasión, la administración sí ha tenido en cuenta los acuerdos alcanzados en la comisión negociadora del convenio colectivo del sector de Limpieza de Edificios y Locales de la provincia de Las Palmas. Tanto el que fue publicado en octubre de 2024 (antes, por tanto, de la primera licitación), como el acordado en noviembre de ese mismo año y publicado en abril de 2025, tres meses después de que fuera declarado desierto el primer concurso.

Los costes de los salarios se han calculado a partir de los datos facilitados por la empresa adjudicataria actual, según consta en la memoria justificativa firmada por el gerente del hospital, José Blanco.

Durante todo este periodo, la empresa Clece ha seguido prestando el servicio de limpieza de las instalaciones del complejo pese a que el contrato está vencido desde hace años. Al igual que ocurre con otros servicios en la Consejería de Sanidad, como los conciertos de hospitalización de media estancia, esa falta de cobertura legal obliga a la administración a recurrir a una herramienta excepcional para el abono de facturas, los llamados procedimientos de nulidad.

Dos de los órganos fiscalizadores de la comunidad autónoma de Canarias, la Audiencia de Cuentas y el Consejo Consultivo, llevan años reprochando a la Consejería de Sanidad haber convertido en tónica habitual un mecanismo que debe ser excepcional y estar justificado. No se puede utilizar, advierten, para eludir los trámites de contratación.

Esos informes, reiterados en el caso del Consultivo, inciden en que acudir a ese tipo de procedimiento excepcional (pago de facturas por servicios prestados sin contrato válido y para evitar un enriquecimiento injusto de la administración) denota una “falta de planificación” en materia de contratación pública y constituye una vulneración de las normas.

En lo que va de año la Consejería de Sanidad ha tenido que cerrar tres concursos de voluminoso importe sin adjudicar los servicios. Además del de limpieza del Insular-Materno Infantil de Gran Canaria, el de hospitalización de media estancia también quedó desierto porque las clínicas privadas consideraron insuficientes un presupuesto que podía ascender a los 260 millones de euros en cinco años. A pesar de ello, esa docena de hospitales privados sigue facturando a la sanidad pública a través de los mencionados procedimientos de nulidad, con los contratos vencidos desde hace ya casi tres años.

También se frustró, en este caso por la estimación de dos recursos presentados ante el Tribunal de Contratos Públicos debido a la “indefinición” en los pliegos, el concurso para la prestación domiciliaria de terapias respiratorias y otras técnicas de ventilación asistida, presupuestado en 93 millones de euros.

“Insuficiencia” de medios personales

La gerencia del complejo hospitalario considera que la externalización del servicio de limpieza es la fórmula “más adecuada”, puesto que la administración no dispone de personal propio especializado “ni en número ni con la cualificación técnica requerida” para su ejecución, “tanto en lo relativo a los estándares sanitarios exigibles en entornos hospitalarios, como en la disposnibilidad operativa continua que el servicio requiere”. Es decir, las 24 horas de los siete días de la semana y en áreas como urgencias u otras zonas críticas.

“La naturaleza estructural y prolongada del servicio, así como su carácter no asistencial pero imprescindible para el desarrollo de la actividad sanitaria, aconseja su externalización conforme al principio de eficiencia en la utilización de recursos públicos”, recoge la memoria.

En este documento, el gerente expone que la higiene y desinfección de los centros sanitarios “es indispensable para la protección de la salud y la prevención de infecciones tanto de los pacientes y profesionales como para el público en general”. “La prestación de servicios de limpieza especializada y continua es un requisito esencial para asegurar un entorno seguro y saludable, conforme a los estándares sanitarios vigentes”, concluye.